La dirección y el comité de empresa de Global Steel Wire han firmado un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) por fuerza mayor para toda la plantilla, unos 620 trabajadores, en previsión de que pueda haber carencia de chatarra y caída de pedidos a la vez que una prórroga del estado de alarma por la epidemia de coronavirus más allá del 26 de abril.
El ERTE se firmó el pasado miércoles para poder contar con la flexibilidad necesaria para responder a la demanda del mercado y a la coyuntura de las próximas semanas, pero la fábrica de Nueva Montaña seguirá funcionando "con normalidad mientras pueda", tal y como han precisado desde el comité de empresa.
La GSW ha estado produciendo al 50-60% con destino a la exportación durante el cese de actividad decretado por el Gobierno para sectores no esenciales, en el que se prescindió del relevo de noche y de los trabajadores mayores de 60 años.
Desde este martes retoma la producción con normalidad, con la incorporación del relevo de noche y los mayores de 60, mientras que siguen trabajando desde casa los empleados con teletrabajo y continúan de baja los que se encontraban en situación de vulnerabilidad.
Los pedidos "van a tirones", y la situación del mercado de la chatarra empieza a ser "complicada" por las restricciones de circulación y la escasez. "No sabemos hasta cuando tendremos capacidad para seguir produciendo; mientras podamos funcionar funcionaremos con normalidad", hasta que la "carencia de material" o de pedidos lo impida, explican fuentes sindicales.
Será entonces cuando se empiece a aplicar el ERTE, en el que se ha acordado complementar el salario hasta el 80% del bruto, y las vacaciones y pagas extraordinarias "al 100%, sin merma".
