El AMPA del IES Cantabria pide paralizar la construcción de una gasolinera "pegada" al centro educativo

El AMPA del Instituto de Educación Secundaria Cantabria de Santander ha denunciado la construcción de una gasolinera "pegada" al centro educativo, en la parcela colindante al centro escolar, por lo que la comunidad educativa del IES ha comenzado a movilizarse para protestar y paralizar la obra.

"Es inconcebible que una actividad tan peligrosa y nociva se autorice su construcción", ha criticado en un comunicado el presidente del AMPA, Gabriel Moreno, que ha censurado que "los surtidores de combustible van a estar a escasos 10 metros de las ventanas de las aulas; es una cuestión de salud pública del alumnado y del propio profesorado", ha sostenido.

En este sentido, se ha remitido al estudio publicado en 'Journal of Environmental Management' y elaborado en la Universidad de Murcia, que demuestra que el aire de las gasolineras y de sus inmediaciones está afectado por emisiones procedentes de la evaporación de los combustibles de automoción (sin quemar, derivadas de las operaciones de carga y descarga, repostaje y fugas líquidas) altamente contaminantes como el benceno (que incrementa el riesgo de padecer cáncer) e hidrocarburos (vinculados a casos de leucemia infantil).

Por este motivo el estudio considera que debería respetarse una distancia mínima de 50 metros para viviendas y de 100 metros para actividades especialmente vulnerables, como hospitales, centros de salud, colegios o centros de la tercera edad.

Moreno ha recordado que en la calle Repuente, donde se ubicaría la nueva estación de servicio, ya existen otras tres gasolineras --una a 40 metros de la entrada del centro educativo y otras dos a poco más de 200 metros-- lo que en su opinión "hace más incomprensible aún que se ubique una nueva estación de servicio tan próxima y sobre todo pegada al Instituto".

Una de las cuestiones que más preocupa a las familias es la seguridad, máxime cuando se va a instalar una gasolinera de low cost sin personal a cargo, con lo que "serán más frecuentes los derrames de gasolina y gasoil al repostar, y sobre todo sin que exista ninguna vigilancia ante un posible accidente; estamos hablando de materiales inflamables y explosivos, es una locura", ha señalado una madre del AMPA.

Para otra madre, resulta "sorprendente que no sea desfavorable ninguno de los informes que forman parte del expediente necesarios para aprobar la licencia de construcción, en especial el informe de comprobación ambiental, que emite la Dirección General de Medio Ambiente del Gobierno de Cantabria, que es preceptivo para estas instalaciones".

"Esta licencia concedida por el Ayuntamiento de Santander es alucinante que desde Urbanismo o cualquier departamento municipal no se pueda paralizar o impedir, lo cual supone un estrepitoso y manifiesto fracaso, y además de ser totalmente opuesta a las campañas que lanzan de caminos escolares seguros o movilidad sostenible, o incluso smart city, ya que para ir de la parada del autobús habrá que atravesar la entrada a la gasolinera", ha dicho.

Además, el AMPA se cuestionan si la Consejería de Educación no debiera actuar de oficio y solicitar la paralización de las obras y la nulidad de la licencia "ya que va a suponer un riesgo para la salud de sus trabajadores, el profesorado del centro".

Por todo ello, representantes de la asociación de padres han solicitado con urgencia el expediente administrativo completo al Ayuntamiento de Santander, y han pedido reunirse con la alcaldesa, Gema Igual, con el director general de Urbanismo, Antonio Bezanilla, y con la consejera de Educación, Marina Lombó, "porque nuestra obligación es defender la salud y la seguridad de nuestras hijas e hijos", han manifestado.

"Es inadmisible que en un contexto de crisis climática, con el pacto verde europeo y la ley de cambio climático que marcan la senda para disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero así como la dependencia de los combustibles fósiles, se sigan instalando estas gasolineras, y más junto a centros educativos que se fomentan valores como los Objetivos de Desarrollo Sostenible o una transición energética ecológica y socialmente justa", ha remarcado el AMPA.

Con el fin de paralizar la construcción han comenzado con una campaña de recogida de firmas en change.org, que ya registra casi un millar de rúbricas, y han advertido que adoptarán "cuantas medidas sean necesarias para paralizar esta obra". "Vamos llegar hasta el final", han afirmado.