Ecologistas apoyan a Garzón ante las macrogranjas y avisan: "Tiene unos impactos medioambientales y sociales brutales"

Creen que lo que hace el ministro es "necesario, valiente y tiene vistas de garantizar el futuro de una actividad agraria sostenible y saludable"

Organizaciones ecologistas como WWF España, Greenpeace, Ecologistas en Acción o SEO/BirdLife han mostrado este miércoles su apoyo al ministro de Consumo, Alberto Garzón, tras sus últimas declaraciones en un medio de comunicación británico sobre la ganadería en España y las macrogranjas.

"Lo que dice el ministro Garzón tiene toda la razón. Ese no puede ser el modelo para nuestro país", ha declarado a Europa Press el secretario general de WWF España, Juan Carlos del Olmo, quien apuesta por consumir menos carne y de más calidad, como defiende el titular de la cartera de Consumo.

Asimismo, Del Olmo ha explicado que la posición de la ONG es contraria al "modelo de ganadería intensiva, que se está imponiendo y que cuenta con todos los apoyos públicos oficiales, todas las subvenciones directas e indirectas". "Todas los apoyos están dirigidos a la gran industria de las macrogranjas, de la carne rápida que tiene unos impactos medioambientales y sociales brutales", ha destacado.

El secretario general de WWF España ha asegurado que la alternativa a este modelo es la ganadería extensiva y ha alertado de que ésta en España "se está muriendo por falta de apoyo, por falta de relevo generacional" y porque está "abandonada".

"Todos los esfuerzos van a la producción de carne rápida porque España se está convirtiendo en el Bangladesh de Europa, es decir, toda la producción de carne de cerdos, de pollos, de vacas que nadie quiere en Europa, porque la normativa ambiental y de derechos de los animales es muy estricta, se ha desplazado a España", ha insistido.

Según el secretario general de WWF España, el país tiene "unos problemas brutales" y "espectaculares" de contaminación de acuíferos y de ríos por nitratos. "Esta deriva es peligrosísima", ha manifestado, al tiempo que ha señalado que la ganadería intensiva se alimenta de la soja que viene de la selvas tropicales que se están deforestando para estos cultivos.

Del Olmo ha asegurado que la ONG está "muy de acuerdo" con la postura del ministro Garzón y ha añadido que "choca completamente" con los intereses de la industria y de determinados gobiernos "que están hasta arriba de macrogranjas, como son Castilla y León, Aragón, Cataluña o Murcia. "No genera empleo rural como sí lo haría la ganadería extensiva. Todo son, para nosotros, desventajas", ha sentenciado.

ELEGIR "CONSCIENTEMENTE"

Por su parte, la responsable del programa de Agricultura de SEO/BirdLife, Tamara Rodríguez, considera "necesario" que los consumidores puedan distinguir los productos de la ganadería extensiva de los que provienen de la ganadería industrial y "elegir conscientemente cuál quieren apoyar".

"Hacer esa diferenciación en el mercado compete directamente a los políticos, por lo que consideramos que el ejercicio que está haciendo el ministro Garzón es necesario, valiente y tiene vistas de garantizar el futuro de una actividad agraria sostenible y saludable para las personas y nuestro medio ambiente", ha declarado a Europa Press Tamara Rodríguez.

Así, la responsable del programa de Agricultura de SEO/BirdLife ha señalado que "la ganadería extensiva produce alimentos de forma sostenible, integrándose en los ecosistemas mediante un aprovechamiento adaptado a la disponibilidad y a la conservación de los recursos naturales de los que depende, fijando población en el medio rural y dinamizando las economías locales".

Sin embargo, ha alertado de que "la ganadería intensiva e industrializada, cuyo mayor exponente son las macrogranjas, genera enormes impactos ambientales y sociales ligados a la contaminación del aire, el suelo y el agua y la pérdida de biodiversidad". "Además, la ganadería industrial causa una fuerte competencia sobre los pequeños y medianos ganaderos extensivos, que acaban echando el cierre", ha recalcado.

En la misma línea se ha expresado la Elisa Oteros, del área de Agroecología de Ecologistas en Acción, quien ha destacado que llevan años diciendo desde el ecologismo, "y está más que demostrado científicamente, que la ganadería industrial contamina la naturaleza y contribuye a destruir empleo y vaciar el mundo rural".

"Las declaraciones del ministro Garzón son muy acertadas", ha afirmado en una entrevista con Europa Press, para después confesar: "Nos alegramos de que el Gobierno por fin defienda la ganadería extensiva y condene la industrial".

A su juicio, algunos sindicatos y empresas "atacan ahora" al ministro Garzón porque "en realidad defienden los intereses de la agroindustria, en lugar de la salud de quienes consumen, el trabajo de ganaderos y ganaderas y la conservación de la naturaleza de la que todos dependemos".

Ante la nueva polémica contra Garzón, Greenpeace acoge con "mucha satisfacción el firme posicionamiento" del ministro respecto a la "necesidad urgente de reducir el excesivo consumo de carne en España y de frenar en seco el modelo de ganadería industrial y las macrogranjas como su máximo exponente".

"La producción de carne ha crecido de forma exponencial en España, casi un 1.000% desde los años 60, frente a poco más del 150% en la Unión Europea o en otros países como Alemania, Dinamarca o Francia", ha afirmado Luis Ferreirim, responsable de agricultura de Greenpeace España, quien avisa de que "este crecimiento demencial de la producción de carne sólo ha sido posible debido a un destructivo modelo de ganadería industrial que está dejando una nefasta huella ecológica y social".

En su opinión, "la industria cárnica y sus patronales, así como algunas organizaciones agrarias y muchos responsables políticos deben de una vez dejar de torpedear toda y cada una de las declaraciones del ministro Garzón, asumir con valentía sus responsabilidades en los graves problemas ambientales y sociales que genera la ganadería industrial y escuchar a la ciudadanía que pide cada vez más productos verdaderamente sostenibles", ha zanjado el responsable de Greenpeace.

Finalmente, Ferreirim ha afirmado que "apostar por la ganadería ecológica es una oportunidad, pero es lamentable ver como mucha gente y entidades en España se siguen aferrando al destructivo modelo de ganadería industrial".