Los ingenieros técnico industriales de Cantabria consideran buena su situación profesional

La mayoría de los ingenieros técnicos industriales cántabros consideran que su situación profesional es buena y su percepción sobre la situación económica de 2021 ha sido mejor que la de 2020, sin que el Covid represente un impacto en la industria y en los profesionales de Cantabria en la misma medida que lo ha sido en otros sectores.

En este sentido, es mayor el número de empresas y colegiados que se consideran no afectados por el Covid, lo que pone de manifiesto la "mayor fortaleza" del sector industrial frente a la pandemia que otros de la economía regional.

Sin embargo, son también mayoría los que tienen una percepción negativa sobre la situación general de la economía y del sector industrial, con indicadores más bajos que la media nacional, y sobre el apoyo de las administraciones, resaltando las dificultades de las pymes para acceder a los fondos Next Generation de la Unión Europea.

Estas son las conclusiones del Barómetro Industrial 2021, un informe de ámbito nacional que anualmente elabora el Consejo General de la Ingeniería Técnica Industrial (COGITI), a través de la Cátedra Internacional COGITI de Ingeniería y Política Industrial de la Universidad Católica de Murcia (UCAM), con la colaboración de la Fundación Caja Ingenieros.

El Barómetro incluye, además, el informe 'Una perspectiva económica de la situación de la industria en España: actualización 2021', aportación del Servicio de Estudios del Consejo General de Economistas de España (CGE).

Los resultados referidos a Cantabria, han sido presentados este martes en rueda de prensa por el vicedecano del Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Industriales de Cantabria (COITIC), Luis Miguel Muñiz, y el decano-presidente del Colegio de Economistas de Cantabria, Fernando García Andrés, que han resaltado el interés de este informe, dada la actual coyuntura de crisis generada por la pandemia.

Muñiz ha destacado que Cantabria es la quinta región industrial en porcentaje del PIB, con más del 15%, y mantiene "con cierta estabilidad" este porcentaje desde 2009 gracias, esencialmente, a los sectores alimentario, metalúrgico y del vehículo motor.

Por su parte, García Andrés ha señalado que "hay que perseverar en la especialización industrial, reforzando sectores fuertemente industriales como el químico y el metalúrgico, el sector agroindustrial y los de naturaleza logística", refiriéndose al proyecto de La Pasiega.

También se ha mostrado partidario de "potenciar las posibilidades en el ámbito turístico y las relacionadas con la digitalización, la educación y el ámbito energético", señalando en este último aspecto, como un gran activo, al Instituto de Hidráulica.

Por último, se ha referido al potencial del sector biosanitario, señalando que "es una oportunidad" aprovechar el liderazgo del Instituto de Investigación Valdecilla (IDIVAL) y del Instituto de Biomedicina y Biotecnología de Cantabria (IBBTEC) "para potenciar una industria sanitaria potente con una contribución tanto del sector público como del privado)".

Los economistas proponen para Cantabria una estrategia de desarrollo "que sea factible y permita encarar el futuro con cierto optimismo", y consideran que el principal objetivo estratégico regional es conseguir un desarrollo sostenible, tanto desde un punto de vista económico y financiero como medioambiental e inclusivo que reduzca las desigualdades socioeconómicas existentes en la región; actuando con determinación sobre las zonas rurales con problemas de despoblamiento, posibilitando oportunidades reales de desarrollo y bienestar.

Por ello, ven necesario perseverar en la especialización industrial, reforzando sectores fuertemente industriales como el químico y el metalúrgico, el sector agroindustrial y los de naturaleza logística (La Pasiega), y potenciar las posibilidades en el ámbito turístico, los relacionados con la digitalización, la educación y energética (Instituto de Hidráulica).

En cuanto al sector biosanitario, creen que es una oportunidad aprovechar el liderazgo del IDIVAL y del IBBTEC para potenciar una industria sanitaria potente con una contribución tanto del sector público como del privado.

Además, consideran que se debe obtener más rendimiento del elevado nivel de capital humano existente en la región, evitando la fuga de talento y la falta de aprovechamiento por sobrecualificación que caracteriza al mercado laboral cántabro.

Junto a ello, ven necesario apuntalar las conexiones portuarias y áreas, así como mejorar la infraestructura del ferrocarril (tren mixto de pasajeros y mercancías a Madrid y la Y vasca); el mantenimiento sostenido de la inversión en I+D+i; favorecer la internacionalización de las empresas y la formación de clústeres; explotar las oportunidades de la economía circular; y aprovechar el potencial de sectores relacionados con la economía del ocio y la economía de la tercera edad en colaboración con entidades del Tercer Sector.

Asimismo, apuestan por una estrecha colaboración entre el ICAF y SODERCAN, potenciado ambos organismos con vistas a la recepción prevista de fondos europeos con motivo de la crisis sanitaria.

A su juicio, sus líneas de actuación deben ir destinadas al desarrollo de la política industrial regional, ayudas para actividades estratégicas, internacionalización de las empresas, especialmente las pymes; apoyo a la creación y desarrollo de grupos de empresas y el establecimiento de programas formativos de alto nivel; y avanzar en proyectos de colaboración con las regiones del norte, especialmente con el País Vasco, para aprovechar y compartir sinergias.