Las enfermedades profesionales descendieron un 33% en Cantabria en 2020 por el parón de actividad, según CCOO

Sede de CCOO, Sala de rueda de prensa de Comisiones Obreras, logo de CCOO
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Las enfermedades profesionales descendieron un 32,96 por ciento en Cantabria el año pasado en comparación con 2019, debido al parón de la actividad y a la falta de registros debido a la pandemia. De esta forma, en 2020 se comunicaron un total de 301 partes, de los que 176 fueron con baja y 125 sin baja.

Así lo ha indicado en nota de prensa Comisiones Obreras (CCOO) de Cantabria, que ha valorado los datos del CEPROSS (Comunicación de Enfermedades Profesionales de Seguridad Social), publicados en la web del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.

El sindicato ha señalado que este acusado descenso rompe la tendencia de aumento en la notificación de enfermedades profesionales que se experimentaba en Cantabria desde 2012, cuando se alcanzó el nivel más bajo de notificación, y devuelve a registros similares a los de 2013.

CCOO ha denunciado de nuevo la "falta de detección" de las enfermedades profesionales "porque existe un enorme problema de subregistro, lo que siempre es una mala noticia en términos preventivos", según ha dicho, ya que supone "un retroceso" en el proceso de aflorar los daños originados por el trabajo en forma de patologías de origen laboral.

El grupo de enfermedad con mayor notificación es el de las causadas por agentes físicos, tal y como sucede cada año, y que en 2020 acumula el 83,72% de los partes, fundamentalmente por trastornos musculoesqueléticos.

Para el sindicato, es "muy alarmante" que todos los años el grupo con menor notificación sea el de las enfermedades por exposición a agentes cancerígenos. En 2020 no se comunicó ningún caso en Cantabria y solo 50 en toda España, lo que supone un "escandaloso subregistro por que las estimaciones más prudentes indican unos 10.000 casos anuales de cáncer de origen laboral en España", apunta CCOO.

En cuanto a la distribución de partes por sexos, las mujeres siguen presentando en Cantabria más partes con baja que los hombres. Los partes de enfermedades profesionales con baja se concentran principalmente en los sectores de la industria manufacturera, comercio y hostelería, y actividades sanitarias y de servicios sociales.

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Para CCOO, la influencia de la pandemia en este descenso de partes comunicados "es clara y directa". Así, en el primer trimestre del año se notificaron un número "ligeramente superior" que en los ejercicios anteriores pero, tras el inicio del estado de alarma y el confinamiento, el número cayó "de forma acusada" en Cantabria.

A pesar de la pandemia, no obstante, las enfermedades profesionales "son la gran asignatura pendiente" de la prevención de riesgos laborales para Cantabria y para el resto del país, ha señalado la secretaria de Salud Laboral del sindicato en Cantabria, Laura Lombilla.

"Llevamos mucho tiempo denunciando que estos datos de registro están ocultando lo que sucede realmente porque lo que no se registra no existe", ha incidido Lombilla, para quien "así no puede funcionar la prevención porque se están produciendo daños en la salud de la población trabajadora que tienen un claro origen laboral y están pasando desapercibidos porque no se registran y no se toman medidas preventivas frente a ellos, situando a las personas trabajadoras en una situación de desprotección".

Según Lombilla, la notificación de partes de enfermedad profesional que se han producido en 2020 y en los últimos años en Cantabria es "totalmente insuficiente" para que las enfermedades profesionales salgan a la luz y puedan ser tratadas y evitadas en futuros casos, "por lo que de no mejorar su afloramiento continuaremos teniendo un grave problema en el corto plazo", ha recalcado.

Por último, CCOO ha reclamado una vez más la "imperiosa necesidad" de cambiar el sistema de notificación de enfermedades profesionales y acabar con el "negativo papel" de las mutuas en el proceso, ya que son los organismos responsables del reconocimiento del origen laboral de las enfermedades y en un porcentaje de los casos los califican como enfermedad común "guiados por criterios económicos".