Las empleadas de atención domiciliaria de Astillero, homenajeadas por su labor durante la pandemia

Las empleadas de atención domiciliaria de Astillero han sido objeto de un homenaje celebrado en la Sala Bretón para reconocer "su esfuerzo y gran labor" prestada en los momentos más críticos de la pandemia de Covid-19.

La empresa Clece, prestadora del servicio de atención domiciliaria en el municipio, ha querido reconocer y agradecer el trabajo de sus empleadas, así como su dedicación durante su larga trayectoria en la ayuda a las personas dependientes.

Según ha informado el Ayuntamiento, en el acto, las empleadas recibieron la enhorabuena de los responsables de la entidad y de los miembros de la Corporación municipal. A todas ellas dedicaron unas palabras de agradecimiento y un reconocimiento en forma de diploma, en un evento que puso en valor la difícil tarea a la que tuvieron que enfrentarse en los meses en los que la pandemia azotó el municipio con mayor fuerza.

El alcalde, Javier Fernández Soberón, agradeció "en nombre de las familias a las que ayudan cada día y de todo el pueblo", el trabajo de unas "mujeres que siempre dieron un paso al frente, demostrando una gran profesionalidad y compromiso con las personas vulnerables".

"Son un ejemplo de generosidad y de vocación, demuestran pasión por su trabajo y destacan por el trato humano, haciendo felices a muchos de nuestros vecinos", añadió el regidor. "Os colocasteis la capa a la espalda y os convertisteis en heroínas", aseguró, en referencia a los momentos más duros de la pandemia.

El director regional de Clece, Vicente Ortega, a pesar de no poder asistir al evento, transmitió a través de un video su agradecimiento por el "esfuerzo realizado en tiempos de pandemia por encima de la implicación que supone un contrato".

Asimismo, la delegada de la zona noreste de Clece, Laura Cantero, se mostró "orgullosa de contar con vosotras en una empresa que suma 78.000 compañeros y que ayuda a más de 160.000 personas". "Lo que habéis hecho es impagable, ya que habéis estado presentes en momentos en los que nuestros mayores ni siquiera podían ver ni abrazar a sus propias familias", reconoció.