El denominado manguito es uno de los principales enemigos de la estación de esquí de Alto Campoo y una de las causas que, en determinadas jornadas, obliga a retrasar la apertura de algunos remontes.
Se trata de una acumulación severa de hielo que se forma en telesillas y telesquís debido a la combinación de la altitud de la estación y su cercanía al mar.
Así lo ha explicado el encargado de mantenimiento de la estación, César de la Fuente, quien detalla que este fenómeno se produce habitualmente en la zona media y alta, aunque en ocasiones llega a afectar a toda la estación. “Es una lluvia gélida que genera una capa muy gruesa de hielo en cables, pilonas y estructuras, impidiendo completamente el movimiento de las máquinas”, señala.
El proceso de retirada del manguito es manual, laborioso y lento. Los trabajadores deben acceder a cada pilona, equipados con arneses y sistemas de seguridad, y retirar el hielo golpeándolo con martillos, actualmente de aluminio para reducir el peso. “Hay días en los que el hielo salta con facilidad, pero otros en los que solo se desprenden pequeños fragmentos tras cada golpe”, explica de la Fuente.
Las condiciones de trabajo son especialmente complejas, ya que muchas veces las escaleras de acceso a las pilonas están completamente heladas y existe el riesgo de que grandes bloques de hielo, que pueden alcanzar decenas de kilos, caigan sobre los operarios o dañen elementos eléctricos y de seguridad. Además, todo el proceso se realiza con temperaturas muy bajas y, en ocasiones, con niebla o viento fuerte.
En la actualidad, el equipo de mantenimiento disponible para estas tareas está formado por cinco o seis personas como máximo, que deben limpiar varias instalaciones a la vez, entre ellas Tres Mares, Río Híjar y los telesquís conocidos como “los asnos”, especialmente propensos a la formación de manguito. En el caso de Río Híjar, al tratarse de un remonte desembragable, la limpieza es aún más delicada para evitar averías graves.
Una vez retirado el hielo de cables y pilonas, el trabajo continúa con las sillas, que también deben limpiarse una a una antes de permitir el acceso de los esquiadores. En total, solo en Tres Mares (114) y Río Híjar (117) hay más de 230 sillas, muchas de las cuáles requieren limpieza.
Los equipos de mantenimiento acceden a la estación a las seis y media de la mañana y realizan una revisión completa de los remontes antes de iniciar las labores. “Si no hay manguito, todo debería estar listo para la apertura sin problemas, pero el hielo es, sin duda, uno de nuestros mayores enemigos”, reconoce el responsable de mantenimiento.
Desde la estación subrayan que estos trabajos son imprescindibles para garantizar la seguridad de los usuarios y explican que, cuando se producen retrasos en la apertura, se deben exclusivamente a la necesidad de retirar completamente el hielo antes de poner en marcha los remontes.