Argoños aprueba de forma provisional su PGOU para regularizar las viviendas con sentencia de derribo

Todos los grupos han votado a favor salvo el PSOE que lo ha hecho en contra
Pleno del Ayuntamiento dle Argoños

El Pleno del Ayuntamiento de Argoños ha aprobado, de forma provisional, el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) con el que se pretende regularizar la situación de las viviendas que cuentan consentencia de derribo a excepción de once de la zona de Camino del Portillo.

Esas once viviendas se edificaron en el arranque del monte con gran impacto visual y paisajístico y, de acuerdo con lo recogido en el plan de derribos del Gobierno, no cabría más solución que el derribo, según ha recordado el Consistorio en un comunicado.

Esta aprobación provisional del PGOU ha salido adelante con el respaldo de PP, Cs y PRC --el concejal regionalista no pudo asistir y envió un escrito confirmando su apoyo-- y el voto en contra del edil socialista, Jesús Sárraga, según ha informado en un comunicado el Consistorio.

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Una vez pasado este trámite, el Consistorio enviará el documento de este planeamiento urbanístico a la Comisión Regional de Ordenación del Territorio y Urbanismo (CROTU) para lograr su aprobación definitiva y posteriormente, y una vez conseguido este trámite, se remitiráesta información al Tribunal Superior de Justicia de Cantabria donde la justicia decidirá sobre la situación de las viviendas.

El alcalde de Argoños, Juan José Barruetabeña (PP), ha afirmado que si se logra la regularización de las viviendas el Ayuntamiento "conseguirá quitarse de encima una losa que implicaría en un futuro la ruina económica y la falta de inversión en proyectos y elmantenimiento de las infraestructuras del municipio durante años".

"Hay que tener en cuenta que el Ayuntamiento debería destinar una gran cantidad de millones de su Presupuesto municipal a pagar las indemnizaciones a los vecinos y sufragar los trabajos de derribos", ha advertido.

Asimismo, el máximo responsable municipal ha destacado, además, que se solventará la "situación personal de sufrimiento y el lastre personal que durante veinte años sufren los vecinos afectados por estas sentencias de demolición", lo cual será, según ha dicho, "un gran alivio para sus vidas".