Llegar a los 100 años es todo un acontecimiento. Y cuando uno tiene la salud y la compañía de la familia para hacerlo, no puede haber mejor regalo de cumpleaños. Es lo que dice una vecina de Cieza, Celia Álvarez García, una centenaria mujer de ascendencia asturiana pero arraigada en Cantabria hace siete décadas.
Celia y su hija, Carmen, nos ha atendido a Ifomo con motivo de su 100 cumpleaños, que fue el pasado 29 de octubre, pero cuya celebración se ha extendido a dos días en familia. “Para mí fue de sorpresa, no esperaba tanto. Tenemos nietos que viven muy lejos. Y cuando más tranquila estaba, entran por la puerta los gaiteros, la familia…”, cuenta con un increíble entusiasmo y lucidez la centenaria protagonista a la que la celebración pilló por sorpresa.
El emotivo cumpleaños estuvo plagado de emociones para Celia, nos cuentan ella y su hija Carmen. Desde la llegada de sus nietos que estudian en Bilbao o Jaca, pasando por los gaiteros y hasta la exquisita comida preparada por una popular del valle, Nori. Dos días plagados de amor para Celia.
La gran pregunta que nos hacemos todos es: ¿y cuál es el secreto para llegar a tal edad y en semejante estado de forma física y mental? Lo primero a lo que Celia y su hija nos remiten es a la alimentación: “Su modo de vida siempre ha sido tener una alimentación saludable”, pero también evitar el exceso de medicación, que dicen, “iba lidiando con remedios naturales que compraba en la herboristería en vez de tomarse una pastilla”.
A lo largo de estos años y desde que tiene uso de razón, también apunta a la religión y al cristianismo como forma de hacer más “llevadera” su existencia. “Lo tiene muy arraigado, su familia creció en un ambiente de fe y mucho cariño”, incluso desde el año pasado, que empezó a formar parte de nuevo de la Guardia de Honor del Sagrado Corazón de Jesús, algo que lleva muy dentro.
“Mentalmente ya sé que la niñez que ya pasó y la juventud pasó, pero me siento bien”, narra sobre su estado esta asturiana que llegó a Cieza en 1952. Aquí ya asentó a su actual generación con otro asturiano que empezó a trabajar en la fábrica de Quijano. Celia se define como una mujer “muy pacífica”, de “fe” que “agradece a la vida cómo estoy”, así que por su 100 cumpleaños solo desea seguir igual de bien junto a su familia.
