La Óptica Pereda, la tienda Del Rosa al Amarillo y la floristería Rebolledo recibirán esta tarde los XIV Premios del Comercio de Santander, con los que se reconoce la creatividad e innovación en el sector, la rehabilitación y transformación de establecimientos, y la trayectoria comercial.
La alcaldesa de Santander, Gema Igual, presidirá a las 20.30 horas en el Mercado del Este, la entrega de los galardones, en la que también estarán presentes la concejala de Comercio y Mercados, Miriam Díaz, el presidente de Coercan, Miguel Ángel Cuerno, y el secretario general de esta entidad, Gonzalo Cayón.
Los ganadores han sido seleccionados por un jurado formado por comerciantes y responsables de establecimientos premiados en anteriores ediciones, que han tenido que valorar las 106 candidaturas presentadas este año al certamen.
El objetivo de estos premios es poner en valor la calidad y el buen hacer del comercio tradicional santanderino, reconociendo aquellas iniciativas que destacan por su innovación y adaptación a las nuevas formas de consumo, por la transformación y modernización de un establecimiento, o por la andadura y continuidad de la tradición comercial.
En esta ocasión, los tres galardonados recibirán un trofeo acreditativo a su valía en el comercio tradicional de Santander, a su adaptación a los nuevos formatos y a su creatividad.
En la categoría 'Comercio Creativo' el premio ha recaído este año en 'Óptica Pereda', que ha realizado una profunda y necesaria transformación del local, reservando al máximo los elementos originales que escondía el edificio, como la madera, el ladrillo y el enlosado y sillería de piedra recuperado.
Por lo que respecta al premio 'Comercio Rehabilita', la boutique Del Rosa al Amarillo ha sido la galardonada. Se trata de un comercio de estructura diáfana que deja entrever su línea creativa y actual, donde los productos de colores llamativos predominan a golpe de vista.
En 'Comercio Trayectoria' la galardonada es Rebolledo, una empresa familiar dedicada al negocio de las flores y las plantas desde hace más de cien años. Sus comienzos, a cargo de Ramón Rebolledo y Luisa López, fueron en la calle La Blanca, desaparecida con el incendio de Santander de 1941. En la actualidad sus hijos y nietos son quienes dirigen el negocio, que no ha cambiado su esencia pero ha sabido adaptarse a las nuevas tendencias.
