El PRC de Santander urge al Ayuntamiento a paralizar definitivamente la discoteca de Nueva Montaña

Denuncia la "obstrucción" a dar a conocer el expediente a los grupos municipales

El PRC de Santander ha urgido al Ayuntamiento a paralizar definitivamente las obras de la discoteca de Nueva Montaña y ha denunciado su "falta de transparencia" al "incumplir" el plazo máximo previsto de cinco días naturales para facilitar la información sobre este asunto a los grupos municipales.

Según explican los regionalistas en un comunicado, cursaron el pasado 23 de junio la petición del expediente completo relativo a la polémica discoteca que se estaría construyendo en Nueva Montaña y, tras 16 días, "siguen sin recibirlo".

"La señora Gema Igual y los concejales del equipo de Gobierno (PP-Cs) nos tienen ya acostumbrados a este oscurantismo y al frecuente torpedeo a la labor de la oposición", han lamentado.

Así, han criticado la "obstrucción" a ser conocedores del expediente municipal cuando se ha sabido hace escasos días que el Ayuntamiento paralizaba las obras en el local al carecer el promotor de licencia de obra y actividad, como anunció el miércoles el concejal de Fomento, Cesar Díaz.

Por lo tanto, se han preguntado si se ha iniciado expediente sancionador por tales actuaciones que podrían haberse realizado al margen de la normativa, y han lamentado que "está visto que el Ayuntamiento no cuenta con procedimientos de control al no inspeccionar aquellas obras que se pueden realizar sin licencia, ya que en este caso el sobreaviso lo han realizado los propios vecinos".

Igualmente, el PRC quiere saber si el Consistorio va a conceder finalmente dichos permisos a esta "perjudicial instalación" para los vecinos de Nueva Montaña o si se va a estudiar la puesta en marcha de medidas que limiten este tipo de actividades junto a zonas residenciales.

"Nosotros pedimos que se valoren iniciativas como la modificación del planeamiento municipal o la catalogación de grave afección ambiental a estas instalaciones en la ordenanzas municipales para así evitar dichas instalaciones para tranquilidad de los vecinos", han defendido, apostando por un urbanismo "más orgánico", en el que se analicen los usos preexistentes frente a las compatibilidades urbanísticas del suelo o edificios, "evitando de esta manera el desmadre actual".