Más de 700 personas se han concentrado este sábado frente al Ayuntamiento de Cabezón de la Sal contra la instalación de una planta de biogás en la antigua Tejera.
En el comunicado leído durante la concentración, la Coordinadora vecinal contra la Planta de Biogás de Cabezón de la Sal ha informado de que se han registrado más de 3.000 firmas contra la instalación, por lo que ha agradecido la respuesta contra este proyecto que considera una "auténtica chapuza".
La coordinadora ha agradecido la implicación de sus integrantes, desde los que han redactado las alegaciones hasta quienes han pegado carteles, y también al Ayuntamiento de Cabezón y a Ecologistas en Acción por unirse a su causa.
Sin embargo, ha advertido que se trata de proceso largo y que "no hay nada ganado", aunque seguirá trabajando.
Además, ha señalado que "algunos de los directivos y asociados" de los administradores de la promotora de la planta de biogás, Biongenera Innovación, forma parte de Rucecan, una de las empresas investigadas en la presunta trama de corrupción en la Consejería de Obras Públicas.
Según la coordinadora, "también parece existir una relación entre el Grupo Berrio S.L., que desarrolla parte de su actividad en la Tejera, en una propiedad de Reciclados Cabezón S.L., empresa que tiene entre sus administradores a la misma persona de la empresa Rucecan".
Asimismo ha indicado que Biogenera Innovación "tiene como parte accionarial a Secundino Vidal (Rucecan), Ángel Jesús Ruiz y Enrique Conde, presidente de CEOE-CEPYME Cantabria, todos ellos como administradores mancomunados".
Ante estos hechos, han advertido que estarán "muy atentos a las relaciones de este entramado de empresas con la Administración, a la petición de subvenciones para ayudas e incentivos a proyectos de instalación de biogás por si hubiese algún implicado en casos de corrupción".
En este sentido, la coordinadora ha recordado que su "mayor preocupación" estos meses ha sido la instalación de una planta "con un proyecto defectuoso, tal y como hemos comprobado y explicado, que fuese a la caza de subvenciones, y que después nos dejase a la comarca una instalación sin ningún tipo de garantía de buen diseño y funcionamiento, que sin duda nos afectaría a nuestra calidad de vida, alterando nuestro medioambiente, afectando a la salud de las personas tanto a corto como a largo plazo tal como aportan en sus consideraciones parte de los sanitarios del centro de salud Saja".
