La panadería Reinopan celebra su 40 Aniversario

Chus junto a antiguos trabajadores de la empresa e invitados al acto
photo_camera Chus junto a antiguos trabajadores de la empresa e invitados al acto

La panadería Reinopan ha celebrado su 40 aniversario. Acto sencillo y muy emotivo, en el que tuvimos la oportunidad de charlar con Alipio, Carlos, Ángel y Avelino, socios fundadores y antiguos trabajadores de la empresa jubilados. Organizó la velada Jesús González Díez, Chus, que se ha quedado como administrador único de la empresa, ubicada desde 1983 en Los Páramos de Matamorosa.

La empresa nació como una sociedad cooperativa de trabajo asociado, “formada por siete socios que decidimos fusionar nuestras tres panaderías (Pesquera, Salces y Matamorosa), porque así recibiríamos una subvención que nunca llegó”.

Su arranque fue como el de muchas sociedades: “iuno de los socios puso una de las máquinas y furgoneta, y otro otra de las maquinas, y con un préstamo que solicitamos al banco compramos la nave”, explica Carlos. Pero, el éxito en nuestros principios, además de la cooperación entre todos, fue que “teníamos una buena clientela, juventud y sobre todo, muchas ganas de trabajar”, concluye.

El trabajo de gerente fue el cargo de Alipio, desde la fundación de la empresa hasta su jubilación, y recuerda como, “entre todos nos repartimos muy bien las tareas para llevar a casa algo de dinero a final de mes, teniendo que mirar por la peseta, incluso como una vez, que tuve que adelantar a Carlos dinero para que pudiera ir a una boda y pagar el regalo”.

La vida del panadero no es fácil, en el caso de Carlos, “empecé con 13 o 14 años y tuve que ir a Argüeso a caballo y con dos cuévanos, para llevar pan a los ancianos, fue el año que se incendió la antigua residencia de San Francisco”.

Y como denominador común: “tuvimos que superar la dificultades ocasionadas por la nieve el siglo pasado, o las adversidades si arrancaba la furgoneta o nos dejaba tirados”. Pero, “el pan tenía que estar a su hora en las tiendas; porque el cliente no se daba cuenta de que un día te cortaban la luz por avería o que un compañero se pusiera malo”.

Llegaron a repartir en treinta y tantas tiendas, pero, ahora, “no sabemos si habrá cinco, porque llegaron las boutiques de pan y grandes superficies”. No era lo mismo trabajar entre siete, que entre tres, porque “si un compañero se daba de baja por enfermedad andábamos de cabeza”. Con la creacion de la sociedad, “una de las ventajas fue que al unir los tres negocios, nuestra forma de trabajar fue totalmente diferente”.

Si se averiaba una máquina, el trabajo tenían que hacerlo a mano o llamar a un mecánico de Santander. Recuerda, Carlos, como al principio con seis meses desde la apertura de la empresa, “teníamos hechas más de seis mil barras, y se fue la luz, cocimos en un maquipan, horno a leña, y tuvimos que tirar todas las barras y tapamos el ojo del puente; al día siguiente fui a Santander y compramos un grupo eléctrico que costó 700.000 mil pesetas, pero que en el futuro nos sacó de muchos apuros”.

Ahora, aunque tenemos una crisis económica, “Chus ya tiene el negocio montado y la clientela hecha, aunque se vende menos pan; porque nosotros íbamos a Campoo con la vaca de las dos furgonetas llenas de sacos de pan, y hacíamos seiscientos kilos de harina diarios”.

Reinosa y Potes, son los dos lugares de Cantabria donde mejor pan se come, y “no tenemos nada que envidiar al pan de antes, porque las harinas son mejores y no están acondicionadas como antes, porque las echaban un conservante y tenías que matarlo para transformar la harina en pan bueno”, explican.

Jesús González, el panadero de Reinopán, celebró con sus socios los cuarenta años de dedicación diaria a la panadería, dando las gracias a los asistentes por su compañía. Aguantaremos con salud, añadió,  a las bodas de oro, porque “no queda otra”. 

Pedro Manuel Martínez, alcalde del Ayuntamiento de Campoo de Enmedio, se unió a la felicitación de los cuarenta años de la empresa del pan, “éxito que radica en el trabajo diario, un oficio que exige trabajar de noche y a veces a deshoras; pero que a la vez es muy gratificante”.

El regidor, concluye, “hemos dado la enhorabuena a Chus, deseándole otros cuarenta años más, y por parte del Ayuntamiento, le hemos ofrecido los servicios que venimos dando a la empresa, sobre todo, con la nieve que es un escollo muy importante a la hora de repartir el pan”.