Trece ejemplares de quebrantahuesos se han liberado en la Cordillera Cantábrica desde 2020

Trece ejemplares de quebrantahuesos han sido liberados en la Cordillera Cantábrica desde el año 2020 (5 en 2020, 5 en 2021 y 3 en 2022), gracias al proyecto de recuperación puesto en marcha por la Fundación Banco de Santander y la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos (FQH).

Este proyecto se centra en recuperar las poblaciones extintas de la Cordillera Cantábrica, la Sierra de Gredos y el Maestrazgo de Teruel, zonas estas dos últimas en cada una de las cuales se han liberado este año 2 quebrantahuesos.

Así lo han dado a conocer en un comunicado ambas fundaciones, que en 2020 firmaron un convenio para reforzar y recuperar esta especie que desapareció en el siglo XX de los principales sistemas montañosos de España y Europa, quedando una única población viable silvestre en Pirineos.

La iniciativa, en la que también participan los gobiernos de Asturias, Aragón, Cantabria y Castilla y León, así como la Comisión Europea y el Ministerio para la Transición Ecológica, tiene el objetivo de devolver la especie a las montañas donde se extinguió.

Para conseguirlo durante los tres años del proyecto se han desarrollado una serie de acciones fundamentadas en la cooperación interregional, el desarrollo de buenas prácticas destinadas a recuperar la especie y a la mejora del escenario ecológico y social.

Desde el año 2020 se han rescatado un total de 17 ejemplares de nidos de riesgo procedentes del Pirineo. Estos huevos, cedidos por el Gobierno de Aragón, son criados mediante una técnica pionera en total aislamiento humano durante 120 días por parte del personal técnico de la FCQ en instalaciones especializadas de Zaragoza y Pirineos.

Tras el periodo de crianza necesitan un periodo de adaptación al territorio donde finalmente van a ser liberados, con lo que los ejemplares permanecen una media de 30 días en las instalaciones de aclimatación. Una vez superada esta fase se libera a los ejemplares pasando a formar parte de la nueva población.

Actualmente sobreviven todos los ejemplares liberados, a excepción del quebrantahuesos Sabino que murió en agosto del 2022 electrocutado en un tendido eléctrico en el Maestrazgo.

Una vez liberados los ejemplares, que van equipados con emisores satelitales, son monitorizados por el equipo de seguimiento, habiéndose realizado más de 23.400 horas de seguimiento directo y recopilado 1.348.106 datos de geoposicionamiento satelital.

Como hito de este proyecto y tras más de 60 años de ausencia, en el año 2020 se produjo el primer nacimiento de un pollo silvestre en los Picos de Europa, Bienvenida, fruto de Deva, una hembra liberada en el marco del proyecto, y Casanova, un ejemplar silvestre procedente de Pirineos, que constituyeron la primera Unidad Reproductora de Picos de Europa desde su extinción a mediados del siglo pasado.

A fecha de hoy, son tres las parejas estables reproductoras en Picos de Europa (otras dos se están consolidando todavía) con un total de tres pollos silvestres (1 en 2020 y 2 en 2022)

Según los responsables del proyecto, la recuperación del quebrantahuesos en el norte y centro de España es un proyecto a largo plazo en el que son necesarios varios años para que al final se pueda obtener una población "estable y autosostenible".