La Junta de Castilla y León se ha sumado al Principado de Asturias, al Gobierno de Cantabria y a la Xunta de Galicia con el objetivo de crear un nuevo grupo de trabajo para establecer una estrategia conjunta para el control del lobo ibérico.
Así lo han manifestado tras el encuentro que ha tenido lugar este miércoles en el Centro de Defensa contra el Fuego de León, que ha estado encabezado por el director general de Patrimonio Natural de la Junta, José Arranz.
Junto a Arranz han estado presentes la directora xeral de Gandaría, Agricultura e Industrias Agroalimentarias de la Consellería de Medio Rural de la Xunta, Belén do Campo; el director general del Medio Natural de Cantabria, Antonio Lucio, y el director general del Medio Natural del Principado, David Villar.
Arranz ha defendido que los primeros pasos que desarrollará este grupo de trabajo "será realizar un censo que pueda ofrecer con mayor precisión la cantidad de lobo ibérico existente y como ya se ha avanzado anteriormente".
Do Campo ha reiterado que "se han ignorado las aportaciones de estas comunidades" y ha destacado que "no se han tenido en cuenta las opiniones de los aquí presentes para establecer la orden ministerial que elimina la condición de especie cinegética para el lobo".
Por su parte, Lucio ha indicado que esta nueva orden "no tiene soporte científico" y ha incidido en que "hay cuatro gobiernos de distinto color político que están de acuerdo, es un fracaso rotundo del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico".
Asimismo, ha reconocido que "ya se han interpuesto cuatro recursos por separado en contra de esta orden ministerial" y ha anticipado que se demandará "a la Audiencia Nacional medidas cautelares".
