El Museo de Altamira incorpora cuatro obras de artistas contemporáneas a su colección permanente

Se trata de piezas de Arancha Goyeneche y Teresa Correa

El Museo Nacional y Centro de Investigación de Altamira, en Santillana del Mar, ha incorporado a su colección permanente cuatro nuevas obras de las artistas Arancha Goyeneche (Santander, 1967) y Teresa Correa (Las Palmas de Gran Canaria, 1961), que se han presentado este martes con motivo de la celebración del Día Internacional de la Mujer.

De esta manera, Altamira se suma un año más a la celebración del 8M "creando nuevas miradas y desterrando los discursos que tradicionalmente han silenciado el papel de la mujer en la Historia".

Las cuatro obras fueron creadas por sus autoras expresamente para dos exposiciones temporales organizadas por el Museo en 2017 y 2018 protagonizadas por mujeres creadoras, y ahora han sido adquiridas y asignadas a la colección.

En el caso de Teresa Correa, se trata de las fotografías de dos colgantes y una concha trivia que formaron parte de la exposición de 2017 '¿Acaso me nombras?', donde la artista cuestionó el relato androcéntrico sobre la historia, sus estereotipos y prejuicios.

Estas obras formaban parte de una serie de ocho fotografías que en la exposición aparecían rotas en dos, una división que, según la comisaria de la muestra, Asun Martínez, "simbolizaba la necesidad de ver las dos mitades para interpretar y dar sentido a lo que vemos. Así, la mirada se dirige desde los objetos hacia las personas, hacia las mujeres, la mitad de la humanidad, y parte activa de la historia".

Por su parte, Goyeneche realizó la obra presentada este martes dentro de la serie '28 rayas' para la exposición temporal 'Territorio de Luz' en 2018, en la que reflexionó sobre el paisaje, el territorio y la luz y exploró la presencia de la mujer en los objetos creados por las comunidades cazadoras recolectoras que habitaron la cueva de Altamira.

En concreto, se detuvo en los colgantes fabricados sobre hueso hioides y decorados con series de 28 líneas. Unas piezas que la artista cántabra entiende, instintivamente, como vínculo de los ciclos lunares, estacionales y naturales con la mujer, y que le permiten reflexionar sobre los posibles métodos de cálculo y registro prehistórico.

En el acto de presentación también han participado la directora general de Igualdad del Gobierno de Cantabria, Consuelo Gutiérrez, y la directora del Museo de Altamira, Pilar Fatás, para quien la incorporación de estas obras a la exposición permanente "enriquece la contemplación e interpretación de su patrimonio cultural, y refuerza la perspectiva de género".

Por su parte, Gutiérrez ha resaltado la importancia de "este espacio de reflexión que intenta cambiar el orden establecido y nos ayuda a pensar cómo podían vivir las mujeres de aquella época".

ACTIVIDADES POR EL 8M

Además de la presentación de estas obras, el Museo de Altamira ha programado actividades para celebrar el Día de la Mujer. Así, este sábado 12 tendrá lugar 'La visita de Suk', un recorrido teatralizado a lo largo de las salas de la exposición permanente donde las familias se sumergirán en la visión igualitaria de los grupos humanos paleolíticos, donde hombres y mujeres aportan por igual.

Desde la apertura del Museo de Altamira la perspectiva de género "ha estado presente" en la institución. En ese momento, los museos arqueológicos iniciaron una renovación conceptual que "permitió comenzar a incluir a la mitad de la humanidad silenciada, las mujeres".

En este marco, Altamira fue uno de los "museos pioneros" en materia de género. "La creación de una nueva exposición permanente permitió concebir un discurso que renunciara a los sesgos androcéntricos y presentar así un nuevo relato del inicio de la Historia, esta vez con todas sus protagonistas", ha señalado el Museo.

"Aun así, la reflexión continúa y lo largo de estas dos décadas, el Museo ha realizado renovaciones parciales de su exposición permanente para incluir y mejorar la perspectiva de género". La última, hace apenas un mes, se materializó en el cambio de los paneles retroiluminados donde la institución explica la evolución humana.

La perspectiva de género se ha convertido en "un valor transversal" en el Plan Director del Museo con el objetivo de "corregir los errores del pasado en la narrativa expositiva, en el convencimiento de que la revisión del conocimiento de las sociedades paleolíticas devolverá, al menos en el Museo de Altamira, su visibilidad a la mitad invisible de la humanidad".