El doctor José Francisco Díaz hablará este jueves, a partir de las 19.30 horas en el Ateneo de Santander, sobre la vida y la obra de Daniel Alegre, un escultor olvidado.
Daniel Alegre Rodrigo fue un escultor nacido en Escalante en 1887 y fallecido en Santander en 1949. Se ha cumplido recientemente el 70 aniversario de su fallecimiento y el Ateneo de Santander ha querido recordar la figura y la obra de quien fue uno de sus miembros más destacados en las décadas de los años 30 y 40 del pasado siglo.
Alegre trabajó en París a principios del siglo XX con los escultores más famosos para regresar a España al iniciarse la Primera Guerra Mundial. Tras unos años en Madrid y un fugaz paso por Casar de Periedo, se instaló en Santander, donde fue en su tiempo "el escultor", por antonomasia.
Empujó a Pancho Cossío para que se formara en París y realizó un gran número de esculturas en piedra, mármol y madera, destacando en la imaginería religiosa, aunque gran parte de su obra desapareció durante la Guerra Civil.
Las imágenes de sus Cristos y Vírgenes Dolorosas, que se conservan en las iglesias santanderinas de San Francisco y de los Jesuitas, forman parte de sus obras más representativas.
Asimismo, fue autor de las estatuas orantes del Obispo Sánchez de Castro, en la Catedral de Santander y de Ceferino Calderón en la Iglesia de la Asunción de Torrelavega, entre otras.
Desde su fallecimiento hasta ahora, han sido escasas las ocasiones en las que se ha recordado la figura de quien fue, en su época, uno de los artistas más prestigiosos de Cantabria.
Buena muestra de ello son las obras que se conservan en el MAS de Santander, como el retrato del Pastorcillo Cántabro o el busto del párroco de Casar de Periedo.
