El Ciclo de Prehistoria de Puente Viesgo reflexiona este miércoles sobre 'qué nos hizo humanos'

El Ciclo de Conferencias sobre Prehistoria de Puente Viesgo reflexionará mañana sobre los orígenes del ser humano con una ponencia del profesor de Prehistoria de la Universidad de Oviedo Adolfo Rodríguez titulada '¿Qué nos hizo humanos? Reflexiones de un prehistoriador'.

La conferencia de Rodríguez, la quinta programada este año por la Sociedad de Amigos de las Cuevas del Castillo, se iniciará a las 19.30 horas en las antiguas escuelas de Vargas, horario y escenario de todo el calendario del ciclo, que este año cumple su trigésimo segunda edición, ha informado la organización en nota de prensa.

Adolfo Rodríguez sucede en el calendario de conferencias a su colega de la misma Universidad de Oviedo Marco de la Rasilla, que repasó las últimas investigaciones del arte y los restos arqueológicos descubiertos en las cuevas prehistóricas asturianas del Abrigo de la Viña y Llonín, ambas con niveles de ocupación humana del Paleolítico Medio desde el período auriñacense (desde hace unos 38.000 años) y "secuencias arqueológicas muy completas".

Según el ponente, tanto en Abrigo de la Viña, cavidad ubicada en Manzaneda (Oviedo), como en la cueva descubierta en Llonín (concejo de Peñamellera Alta) o también llamada la Cueva del Queso, los distintos niveles arqueológicos y sedimentológicos han aportado mucha información sobre la evolución de un clima inicialmente frío y seco que se hizo mucho más frío hasta el máximo glaciar hace 19.000 años.

Además, los estudios de los sedimentos en la cueva de Manzaneda han confirmado que "no hay evidencias de cohabitación de neandertales y homo sapiens", precisó.

De la Rasilla destacó que las investigaciones científicas realizadas a ambas cuevas confirman que la de Abrigo de la Viña, situada en un entorno de paisaje abierto, tuvo más ocupaciones humanas y más permanentes que en Llonín, cavidad ubicada en una zona más montañosa y con ocupaciones más esporádicas.

El profesor repasó las manifestaciones artísticas de las dos cuevas prehistóricas asturianas, donde predomina una fauna representada por animales como el ciervo, cabras, bóvidos y una gran presencia de carnívoros (desde osos, zorros y gatos salvajes hasta lobos).

Sobre el arte paleolítico de Abrigo de la Viña, matizó que "una parte de los grabados están cubiertos por estratigrafía" y asoció la creación artística en ambas cuevas a instrumentos de sílex y cuarcita.

En la cueva Llonín aparecen trozos de sílex incrustados en grietas de la pared y se han encontrado hasta diez depósitos con lascas, huesos, trozos de mineral y un trozo de canino de ciervo, subrayó.