Más de 2.500 personas han visitado hasta agosto la exposición sobre el arquitecto cántabro Leonardo Rucabado, que se inauguró el pasado 16 de julio en el Palacio de Albaicín de Noja.
La muestra, denominada 'El Arquitecto con lenguaje Montañés', pretende homenajear la figura del protagonista a través de sus diseños.
Su obra sembró la tradición montañesa en las construcciones de diferentes ciudades de España, entre ellas Madrid, Bilbao, Santander y Noja.
Al conocerse el dato de público, el alcalde de la Villa, Miguel Ángel Ruiz Lavín, ha mostrado su satisfacción por el "éxito de esta exposición que nació sin grandes pretensiones" pero que con el paso de las semanas "se ha convertido en un importante atractivo que los vecinos y visitantes de Noja pueden disfrutar".
En este sentido, el regidor nojeño ha dado las gracias tanto al Colegio de Arquitectos de Cantabria como al Archivo Municipal de Santander, que han participado en esta exitosa muestra organizada por el Ayuntamiento en colaboración con el Gobierno de Cantabria y ha agradecido a todos los que han hecho posible que con esta muestra se haya conseguido que "Rucabado, vuelva de visita a su casa".
El alcalde ha destacado asimismo que estas más de 2.500 personas han podido acercarse durante este último mes y medio al "espíritu creativo" de Rucabado "a través de sus diseños y sus edificios", pero también han podido conocer de forma más profunda sus "influencias y la simbología que utilizó" para convertir el estilo montañés en "uno de los principales movimientos arquitectónicos de España" a principios del siglo XX.
Además, Ruiz Lavín ha animado a aquellos que todavía no se han acercado a la figura del arquitecto cántabro a visitar la exposición, que podrá verse durante todo el verano de forma gratuita hasta el 15 de septiembre.
RUCABADO Y EL ESTILO MONTAÑÉS
El Palacio de Albaicín, que anteriormente fue conocida como la Casa de Obdulia Bonifaz, es uno de los numerosos diseños de Leonardo Rucabado por el territorio nacional. El edificio lleva la firma del arquitecto inmersa en sus estancias.
En Noja diseñó igualmente el chalet de Manuel Morales. Entre sus obras también destacan la Biblioteca y Casa-Museo Menéndez Pelayo así como el edificio denominado "El Solaruco" en Santander, la Casa de Allende de la Plaza de Canalejas en Madrid, la Casa de los Chelines y el chalet "Sotileza" en Castro Urdiales.
También dejó su impronta en numerosos edificios de la zona del ensanche de Indautxu en Bilbao donde comenzó su carrera.
