IHCantabria finaliza un estudio sobre la conservación de la planta acuática Zostera en el Mar Cantábrico

photo_camera CANTABRIA.-IHCantabria finaliza un estudio sobre la conservación de la planta acuática Zostera en el Mar Cantábrico

El Instituto de Hidráulica de Cantabria (IHCantabria) ha finalizado un estudio sobre el estado de conservación de la planta acuática Zostera noltei en el Mar Cantábrico.

El proyecto 'Red de seguimiento para caracterizar y evaluar el estado de conservación de las praderas de Zostera noltei (PRADERA) en la Región Biogeográfica Atlántica: diseño y puesta en marcha', dirigido por la investigadora del IHCantabria, Bárbara Ondiviela, que finalizó en febrero, ha desarrollado métodos y aplicaciones para mejorar el conocimiento y la gestión de los espacios naturales protegidos con presencia de fanerógamas marinas.

De esta forma, se ha diseñado una red de seguimiento para caracterizar y evaluar su estado de conservación, ha informado la Universidad de Cantabria (UC) en un comunicado.

Financiado por la Fundación Biodiversidad del Ministerio de Transición Ecológica, el proyecto ha diseñado metodologías que integran los últimos avances en el uso de imágenes de satélite y estudio del cambio climático en zonas costeras para evaluar en qué estado están las praderas cantábricas de Zostera noltei.

Asimismo, se han aplicado técnicas para inferir de imágenes obtenidas de satélites y de índices de vegetación ligados a la biomasa y producción primaria, la capacidad de este tipo de praderas para secuestrar carbono a corto plazo, medida muy ligada a la mitigación frente al cambio climático y, específicamente, a la reducción de gases de efecto invernadero.

Los resultados obtenidos en el proyecto han permitido reconocer las praderas cantábricas de fanerógamas marinas prioritarias para la conservación; identificar las prioritarias para su restauración ambiental; examinar las dinámicas de las halladas en el Parque Nacional Marítimo-Terrestre de las islas Atlánticas, una singularidad dentro del Cantábrico donde este tipo de ecosistema solo se desarrolla en estuarios; y documentar los cambios en los depósitos de carbono a corto plazo de las praderas en la bahía de Santander en los últimos 30 años (1985-2018).

El conocimiento adquirido dotará a la franja costera de la capacidad predictiva requerida para optimizar los procesos de toma de decisiones, permitiendo a los gestores llevar a cabo una gestión dirigida y efectiva, en un marco de gestión adaptativa, para mejorar tanto la biodiversidad, como los servicios que estos ecosistemas proveen a las poblaciones próximas.