El vicepresidente y consejero de Cultura, Pablo Zuloaga, ha expresado el compromiso del Gobierno regional para iniciar la tramitación administrativa que permita reconocer y convertir en un bien cultural de Cantabria las cadenas que hace 800 años servían para bloquear el paso fluvial a la ciudad de Sevilla y que hoy cuelgan en la nave de la Iglesia de Santa María de la Asunción de Laredo.
Esta actuación se impulsará a través de la Dirección General de Patrimonio Cultural y Memoria Histórica y servirá para otorgar a este bien la protección y la difusión necesaria que permita dar a conocer la importancia de la historia común vivida por ambas ciudades, ha señalado.
Durante su intervención en el acto de hermanamiento entre Laredo y Sevilla que se ha celebrado este viernes en el Ayuntamiento de la capital andaluza, el vicepresidente ha recordado la historia que une a ambas ciudades a través de las cadenas que se rompieron en el Puente de Barcas durante la reconquista de Sevilla y que marineros cántabros trasladaron a la villa pejina hace más de 800 años.
Este símbolo de unión entre dos ciudades, que el vicepresidente ha valorado "como un verdadero tesoro", y que se encuentra custodiado en la nave de la Iglesia de Santa María de la Asunción, "un Bien de Interés Cultural y una joya gótica de Cantabria".
En este sentido, ha destacado que las cadenas que un día sirvieron para bloquear la ciudad de Sevilla, hoy sirven para unir a dos pueblos y la historia vivida.
En su intervención, Zuloaga ha trasladado la voluntad de trabajar juntos con este hermanamiento y de estrechar líneas de colaboración entre la cultura cántabra y andaluza.
Además del vicepresidente regional, el encuentro institucional de la corporación municipal de Laredo y los ediles del Ayuntamiento de Sevilla ha contado con la participación de la alcaldesa, Rosario Losa, y el alcalde andaluz, Juan Espadas.
A pesar de la distancia geográfica, la alcaldesa de Laredo ha puesto en valor la cercanía histórica, patrimonial y cultural de ambas localidades, representada en la villa pejina por parte de las cadenas que custodiaban la ciudad hispalense. También ha destacado la importancia del acto de hermanamiento como vínculo y proyección de la historia común.
Además del hermanamiento, el acto ha servido para presentar los resultados del estudio científico de la Universidad Complutense de Madrid, que han confirmado la datación de 800 años de las cadenas y del hecho histórico que se ha legado de generación en generación en Laredo.
Así, el 3 de mayo de 1248, la flota de Castilla formada por marineros cántabros de la villa de Laredo hizo frente y rompió las cadenas que bloqueaban el paso fluvial hacia Sevilla, facilitando el acceso de los barcos para la reconquista de la ciudad andaluza. Como premio a su hazaña, los marineros se llevaron un trozo del acero de la cadena y que actualmente permanece en la Iglesia de Santa María.
