La vista de conciliación entre el ganadero de Asón (Soba) que reclama un mastín que se llevó una tiktoker y la mujer que adoptó el animal se ha celebrado este jueves en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Laredo, y ha concluido sin avenencia entre las partes.
Según han informado a Europa Press, la actual dueña del can se ha negado a cederlo a su antiguo propietario, que continuará así con el procedimiento judicial e interpondrá la demanda anuncia para tratar de recuperar a 'Chulo', en la que está trabajando ya su abogado.
El origen de este pleito se sitúa en diciembre de 2023, cuando una creadora de contenido en la red social Tik Tok recogió el cachorro en una carretera del municipio cántabro, lo llevó al veterinario y lo dio en adopción.
Ambas fueron denunciadas tras los hechos, juzgadas en marzo de 2024 por presunta apropiación indebida y absueltas por la jueza de Primera Instancia, sentencia que fue ratificada por la Audiencia Provincial de Cantabria en enero y a partir de la cual se inició la vía civil.
La penal concluyó al entender todos los jueces que vieron el caso que no se daban los requisitos necesarios para condenar a la joven tiktoker y a la mujer que adoptó el perro por apropiación indebida, tal y como mantenía la acusación particular, ejercida por el ganadero que asegura ser el propietario del mastín.
La jueza no encontró en ninguna de las dos mujeres denunciadas y luego absueltas ánimo de lucro, ni una conducta tendente a incorporar a su patrimonio al perro, extremos que confirmó la Sección Tercera de la AP.
HECHOS PROBADOS
Los hechos probados en la resolución judicial tuvieron lugar en diciembre de 2023 cuando la 'tiktoker' circulaba por una carretera en Soba y se encontró con el cachorro, que le empezó a seguir.
Entonces, la joven detuvo su vehículo y comprobó que no tenía collar y tampoco había nadie en los alrededores que se hiciera cargo del mastín. Además, no vio ganado que estuviera a cuidado del perro ni tampoco casas o estructuras que le sirvieran de protección.
Así las cosas, decidió llevarlo a un veterinario, donde comprobaron que no tenía chip, y a un establecimiento donde lo bañaron y desparasitaron.
Un día después, la chica difundió la fotografía del mastín y se puso en contacto con una protectora de animales solicitando una casa de acogida.
La protectora hizo de intermediaria y localizó a otra mujer, que se hizo cargo del cachorro, entonces de seis meses. Lo registró a nombre y lo llevó al veterinario para colocarle el chip, vacunarle y hacerle una analítica.