La cabalgata de Astillero regresa por todo lo alto, con una convocatoria multitudinaria de pequeños y mayores que quisieron disfrutar del tradicional desfile de carrozas por el casco urbano. Los vecinos de Astillero respondieron a la llamada de los Reyes Magos y se lanzaron a las calles para verles de cerca, saludarles y trasmitirles sus deseos de última hora.
Ligeramente pasadas las 18:30 horas arrancaban los vehículos que formaban la comitiva de la cabalgata pero desde tiempo antes, miles de personas ya se agolpaban a ambos lados de un recorrido que ha discurrido desde el Polígono de Tirso por la Calle Industria, la Avenida de España, la Plaza de la Constitución y la Calle San José.
En el entorno del Ayuntamiento terminaba el desfile, antes de que los Reyes Magos se trasladaran en caballo al Paseo de la Orconera, rodeados de sus Pajes y emisarios. Allí esperaba una multitud de familias que han acudido emocionadas a la llegada de Sus Majestades.
En su encuentro con los niños del municipio, los Reyes Magos también han querido agradecerles su “entusiasmo en este día tan especial. Hemos hecho un largo viaje para estar hoy aquí y, para todos nosotros, ver la alegría y la ilusión en vuestras caras es el mejor regalo que podíamos imaginar”.
Asimismo, Gaspar, en nombre de los tres Reyes Magos ha confiado en “haber acertado” con los regalos y ha recordado a todos los pequeños que “con imaginación y creatividad seréis capaces de hacer realidad vuestros sueños”.
Para poder llevar la ilusión a todos los hogares del municipio, los Reyes Magos han recibido de manos del alcalde, Javier Fernández Soberón, la llave mágica que les permitirá entrar. En el acto de entrega, el regidor ha querido agradecer a los emires el esfuerzo que han realizado para poder estar con los niños de Astillero y les ha deseado “una buena noche de intenso trabajo que a la mañana verá su recompensa transformada en miles de sonrisas en los rostros de los más pequeños”.
La fiesta de recibimiento ha terminado con largas colas para poder hablar con Sus Majestades para trasladarles los últimos deseos y recibir de manos de Melchor, Gaspar y Baltasar uno de los tradicionales conos de gominolas.
