Revilla reivindica el cuidado de los animales en el refugio 'La Manada Cántabra' de Piélagos

El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, ha reivindicado este miércoles la importancia del cuidado y el buen trato hacia los animales durante su visita al refugio 'La Manada Cántabra' ubicado en Oruña, en el municipio de Piélagos.

Tras recorrer el lugar y ver a las vacas, burros, caballos o cerdos vietnamitas, Revilla ha asegurado estar "impresionado" y "entusiasmado" con el buen estado en el que se encuentran estos animales, y ha destacado que "han recuperado su vida" gracias al trabajo "altruista" y "de pura humanidad" de Carlos Llorente y Patricia López, creadores de este centro de acogida pionero en Cantabria.

El presidente ha destacado la labor "tremendamente loable" de Llorente y López, ya que "hay gente que tiene animales y los maltrata, algo terrible", y ellos se dedican a "reparar ese maltrato en este lugar paradisíaco de Oruña".

El refugio cuenta con fotos de los animales en el momento en el que fueron rescatados, en condiciones, en opinión del presidente, "verdaderamente terribles". "Estaban no abandonados, algo peor", ha añadido.

Sin embargo, ha remarcado que esta familia ha creado este refugio donde los animales "han recuperado su vida y están felices", y ha abogado por difundir "la idea de que los animales forman parte de la vida de la gente" y que son seres que necesitan del cuidado de los humanos.

"La gente buena es aquella que no solamente es buena con los de su misma especie, sino también con los animales", ha concluido el presidente cántabro.

Por su parte, Carlos Llorente y Patricia López han explicado que llevan salvando animales desde hace mucho tiempo, y el pasado octubre decidieron crear 'La Manada Cántabra', que acoge ya a más de 40 animales y que mantienen con su dinero y compaginándolo con sus trabajos.

El refugio tiene cuentas en Facebook e Instagram (@lamanadacantabra), así como su espacio en la plataforma online de donaciones Teaming, con la que todo el mundo puede contribuir con un euro al mes para ayudar a la mejora y ampliación de las instalaciones y el cuidado de los animales que, según sus impulsores, encuentran muchas veces en condiciones "extremas" de maltrato y desnutrición.