La asociación Stop Macroplanta ha contabilizado 2.664 alegaciones individuales presentadas contra el proyecto de biorrefinería que se pretende construir entre los municipios de Hazas de Cesto, Meruelo, Bareyo y Ribamontán al Monte. El plazo, de apenas 15 días, fue abierto por la Comisión Regional de Ordenación del Territorio y Urbanismo (CROTU).
Según el colectivo, el número de alegaciones casi duplica las 1.600 presentadas el pasado diciembre durante el proceso de Declaración de Impacto Ambiental, pese a contar con la mitad de tiempo. “En diez meses la población está más informada, interesada y dispuesta a reclamar sus derechos”, aseguran.
Stop Macroplanta destaca que todas las alegaciones fueron firmadas en persona, sin campañas digitales, y subraya el esfuerzo del voluntariado que recorrió pueblo a pueblo los puntos de información. También agradecen el apoyo de instituciones como el Ayuntamiento de Ribamontán al Monte o el Concejo Abierto de Las Pilas, así como de agrupaciones políticas como Cantabristas.
“Nos consta que otros grupos de vecinos también se han movilizado y que hay muchas más alegaciones de las que hemos podido contabilizar”, señala la asociación, que critica la falta de información y participación promovida desde las administraciones. “Parece ser que este es el sistema, quizá por eso no funcione bien para los intereses de los ciudadanos”, denuncian.
El colectivo acusa al Gobierno de Cantabria de proteger los intereses de una empresa privada y un fondo de inversión extranjero, recordando que “de las 1.600 alegaciones anteriores no se ha contestado a ninguna”. Además, reprochan que el Parlamento aprobara en septiembre por mayoría una moción para detener el proyecto “sin que después haya pasado nada”.
También cuestionan la transparencia de los informes técnicos que avalaron la primera Declaración de Impacto Ambiental, y destacan que la empresa pública MARE emitió un informe contrario a la instalación de la planta en esa ubicación.
Sobre los próximos pasos, Stop Macroplanta expresa su escepticismo respecto al trabajo de la CROTU: “Si ni siquiera respondieron a las alegaciones del proceso anterior, es normal que tengamos dudas. Lo único seguro es que seguiremos luchando hasta donde haga falta”.