Éxito en el regreso presencial del Privilegio de la Vara en Noja

La conmemoración del Privilegio de Vara en Noja, que en este 2022 regresaba a una edición presencial que había tenido que ser pospuesta por la pandemia, ha vuelto a congregar a numerosos vecinos y visitantes, que han llenado la Plaza de la Villa para asistir a las numerosas actividades que se han celebrado durante un fin de semana en el que el buen tiempo ha acompañado la recreación histórica de la concesión de la merced de la vara que hizo el rey Felipe IV al municipio.

Un "rotundo éxito de organización y de asistencia que demuestra el interés que despierta esta fiesta y que la normalidad cada vez está más presente en Noja", ha señalado el alcalde, Miguel Ángel Ruiz Lavín, quien ha recordado que este evento forma parte, además, de la Asociación Española de Fiestas y Recreaciones Históricas.

El regidor ha felicitado a través de un comunicado a todos los participantes en esta "cita fundamental en el calendario de la Villa, no solo por ser una de las fiestas más señaladas del municipio, sino porque celebramos que hace más de 300 años obtuvimos la capacidad de elegir a nuestros alcaldes y tomar nuestras propias decisiones".

La recreación, que tuvo lugar el sábado a las 12.30 horas, arrancó en el Palacio de Albaicín, desde donde la corte de Felipe IV se trasladó al templete de la Oficina de Turismo de Noja para hacer entrega allí de la vara que convertía el municipio en una Villa independiente de la Junta de Siete Villas, a la que había pertenecido hasta entonces.

El lugar de Noja, que es como así se llamaba en el siglo XVII, solicitó al rey Felipe IV el poder de nombrar a sus propios alcaldes entre sus vecinos para que no mandase en ellos los alcaldes de Siete Villas, porque, como no eran nojeños, aprovechaban cualquier oportunidad para sancionar o multar las faltas más tontas que cometían y, de esta forma, recaudar dinero.

El 9 de marzo de 1644, Felipe IV concedió a este pueblo la merced de la vara, el llamado 'Privilegio de Vara o de villazgo' (por la vara del alcalde y por la categoría de villa). A partir de entonces pudo llevar las riendas de su propio gobierno, sin depender de la Junta de Siete Villas.