El caso del ciclista atropellado en Torrelavega el pasado 11 de febrero por un conductor que se dio a la fuga y posteriormente fue identificado sigue avanzando. El pasado viernes 18 de agosto la Audiencia Provincial de Cantabria notificaba un auto en el que estimaban parcialmente el recurso de apelación impuesto y aceptaban una de las medidas, la retirada del permiso de conducir.
Sin embargo, la audiencia rechazaba la petición de la parte defensora de la víctima en la que se solicitaba el ingreso en prisión provisional y, de forma subsidiaria, una orden de alejamiento solicitada por los familiares. Hace una semana presentaron un escrito adicional para justificar la orden tras dos hechos de “acoso” y “provocación” en el supermercado donde trabaja uno de los familiares.
El auto de seis páginas al que ha tenido acceso Ifomo Noticias, la Audiencia Provincial razonaba que “no puede prosperar” porque, a pesar de que “hay indicios racionales sobrados de participación del investigado en los hechos”, no se cumplen el “presupuesto imprescindible” de la LECRIM para certificar la medida.
La Sala tampoco considera que “con arraigo en nuestra provincia, quepa hablar de riesgo de fuga, y tampoco de que pueda alterar las pruebas” y, compartiendo el criterio del instructor, apostillan que “no cabe hablar de que pueda atentar contra los familiares del fallecido”.
La noticia se ha tomado con tintes positivos entre el entorno de la familia a la que ha contactado Ifomo en relación con la noticia. “Lo importante es que han estimado parcialmente el recurso y le han retirado el permiso de conducir. Han matado a un marido, padre y abuelo, pero evitamos que le pase a otra persona”, mencionan.
Los hechos de “acoso” y “provocación” a la familia
Sin embargo, la familia considera que “en este caso debería haberse acordado por lo menos la prohibición a centros de trabajo y centros de residencia, porque al convivir en Torrelavega todos ellos se están encontrando de forma constante”. Y ejemplo de ello son las dos situaciones que ha vivido una de las familiares directas del fallecido ciclista.
El supuesto autor de los hechos, A.A.C., acudía al centro de trabajo del familiar, un supermercado, “actuando de forma provocadora hasta tal punto que llegó a pasar por la caja del lado, situándose frente al familiar con el móvil en la mano, con el que parecía estar haciendo alguna foto o vídeo, riéndose, provocando y mirando constantemente”, narran desde el entorno.
Al familiar “le dio un ataque de ansiedad, se tuvo que ir al coche y se marchó”. Pero la historia no termina ahí, sino que A.A.C., “pasados dos días, regresa al supermercado, y en esta ocasión ya estaban avisados el gerente y los compañeros. Se acercó hasta su caja de nuevo, todos empezaron a mirarle y salió del supermercado”, mencionan sobre los hechos por los hechos que “hemos puesto en conocimiento de la audiencia”.
La familia recalca que “no hay que olvidar que después de esto, y un mes antes de que hubiese tenido otro accidente y se diese a la fuga, seguía conduciendo. Había vídeos en Instagram que los hemos aportado, pero ya no cuelga nada”.
