El Padre Ángel, presidente y fundador de la ONG Mensajeros de la Paz, visitó el pasado viernes la Librería Solidaria de Amica en Torrelavega, que destacó como un proyecto "único en el mundo" y ensalzó que "a través de iniciativas como esta se ayuda a construir un mundo mejor".
Además de conocer sus instalaciones y revisar algunos de sus libros, tuvo un encuentro con los voluntarios y colaboradores que han participado en el proyecto desde su puesta en marcha.
La Librería Solidaria de Amica abrió sus puertas en abril de 2019 y desde entonces, decenas de personas voluntarias, procedentes en su mayoría de la Sociedad Cántabra de Escritores, han colaborado en la apertura y gestión de la librería.
En este tiempo se han vendido alrededor de 8500 libros, evitando la tala de unos 300 árboles y el consumo de 9 millones de litros de agua, ha señalado Amica en un comunicado, en el que explica que este proyecto se nutre de la donación de libros, con cuya venta se promueve la economía circular, al tiempo que se financian programas que buscan el bienestar de las personas.
Después de la visita del Padre Ángel tuvo lugar una charla-coloquio en el salón de actos de la Casa de Cultura Hermilio Alcalde del Río de Torrelavega, a la que asistieron casi un centenar de personas y que fue dinamizada por el periodista Manuel Ángel Castañeda y por el director-gerente de Amica, Tomás Castillo.
El Padre Ángel habló sobre temas de actualidad y sobre todo lo que ha ocurrido desde que, hace tres años, publicara su libro 'Un mundo mejor es posible', que sirvió como referencia del análisis de la situación actual, sobre lo que versó el encuentro.
La pandemia, la guerra y cómo las crisis subyacentes han afectado a nuestras sociedades fueron algunos de los pilares de la conversación. También se habló sobre los cambios necesarios en la Iglesia, la educación en la tolerancia, en "saber ponerse en el lugar del otro" o que "tendremos un futuro más prometedor de lo que las noticias nos dibujan".
Destacó que la pandemia "nos ha enseñado que lo importante es vivir" e hizo hincapié en que cada persona, como individuos, podemos hacer algo para hacer del mundo un lugar mejor. Después del debate con las personas asistentes, el artista Eduardo Pascual Sanz hizo entrega al Padre Ángel de un retrato.
