Cs Torrelavega denuncia el "despilfarro mayúsculo" de 127.000 euros en el Festival del Tomate

Ciudadanos (Cs) Torrelavega ha denunciado el "despilfarro mayúsculo" del Festival del Tomate de Cantabria que ha promovido en la ciudad el concejal de Estrategia, Jesús Sánchez (PRC), y que costará a los vecinos "una cantidad escandalosa de dinero", en concreto 127.000 euros.

El concejal de Cs en el municipio, Julio Ricciardiello, ha reclamado en "sucesivas" comisiones, así como en el Pleno celebrado ayer, una justificación "de peso" que argumente "un gasto monumental como éste".

El edil ha pedido "congruencia", puesto que "este tipo de gastos, que se multiplican cada año no tienen fundamento ni en el ámbito comercial ni en el empresarial".

"O bien volvemos a los orígenes de la iniciativa, que ofrecía posibilidades de desarrollo en el ámbito agroempresarial en la ciudad, o lo dejamos estar, puesto que ha quedado reducida a una simple feria del tomate, a merced del lucimiento de los políticos de turno, que solo presenta curiosidades sobre las diferentes especies vegetales", ha reseñado en un comunicado.

Además, ha apuntado que regalar 15.000 plantas de tomate --una actuación que se llevará a cabo mañana y pasado dentro de las actividades de la feria, que se celebrará en septiembre--, "no hace gracia a los profesionales del sector y tampoco aporta ninguna novedad a Torrelavega, más allá de mostrar curiosidades sobre especies alóctonas que tienen un rendimiento productivo y gastronómico más que cuestionable".

Asimismo, Ricciardiello ha puesto en duda el objetivo del proyecto al estudiar las partidas: 40.000 euros para la entidad Simientes Infinitas, 30.000 euros para la organización de la Feria del Tomate, otros 50.000 para la instalación de un invernadero en Campuzano y 7.000 para el acondicionamiento del entorno.

"Desde Cs exigimos un proyecto comercial, empresarial y formativo serio, del que se pueda extraer un beneficio para emprendedores, productores y comerciantes de la ciudad", ha sostenido Ricciardiello, quien ha defendido que el fin "debe ir más allá de la obtención de un híbrido vegetal con los colores de la bandera de la ciudad, que suena a broma de mal gusto".