Cáritas Torrelavega pide al Ayuntamiento una mejor gestión de los fondos para políticas sociales

El Arciprestazgo muestra su "descontento" y reclama subsanar los problemas que han llevado a tener que devolver 175.000 euros al ICASS

El Arciprestazgo de la Virgen Grande de Torrelavega ha mostrado su "descontento" con la gestión de la Concejalía de Bienestar Social, que tiene que devolver al Instituto Cántabro de Servicios Sociales (ICASS) casi 175.000 euros correspondientes al ejercicio 2021 que tendrían que haberse destinado a ayudas y políticas sociales.

El Arciprestazgo, integrado por ocho parroquias del municipio y sus correspondientes Cáritas, ha pedido una "mejor gestión" de estos fondos ya que, como han señalado este martes en rueda de prensa el arcipreste y párroco de la Virgen Grande, Jesús Casanueva, y el coordinador arciprestal de Cáritas, Rufino Castañeda, "si en algún departamento no puede haber superávit es en servicios sociales".

Y es que "no entienden" cómo pueden haber sobrado 175.000 euros en esta Concejalía cuando, durante el 2021, solo las Cáritas parroquiales de Torrelavega canalizaron ayudas por valor de 123.611 euros, en ocasiones para atender situaciones que serían responsabilidad de la Administración municipal.

Tras conocer la noticia, el Arciprestazgo se reunió el pasado mes de noviembre con la concejala del área, Laura Romano (PSOE), y ésta lo achacó a que existe una "falta de información" por parte de los ciudadanos en torno a las ayudas que tienen a su disposición y a "dificultades" de organización interna en su departamento, en las que "estaban trabajando" para subsanar.

Por ello, el arcipreste ha reclamado a la Concejalía que informe a la población sobre las ayudas a las que puede acceder, que ponga los recursos necesarios para atender a los ciudadanos y que corrija los fallos que han impedido la canalización adecuada de ese dinero que debería haber llegado a los más vulnerables.

Casanueva y Castañeda han recordado que la labor de Cáritas es "subsidiaria" y consiste en atender a las personas que, por su situación, quedan fuera de las ayudas que proporciona la Administración. A pesar de ello, en ocasiones les llegan personas "rebotadas" de los servicios sociales, y otras veces es esta entidad la que deriva a personas al Ayuntamiento porque cree que pueden recibir ayuda y "vemos que no son atendidos".

Por ello, creen que "tiene que haber un poco más de control en el gasto para que no se tenga que devolver" el dinero destinado a políticas sociales, pues esto "da a entender que no hay pobreza", cuando "sigue habiendo gente que necesita ayuda".