Uno de los platos que más acercan el paladar a nuestra tierra es el cocido. Y aunque probablemente el montañés o el lebaniego son los más conocidos, tenemos unos cuantos más en Cantabria: once en concreto.
Gabriel Argumosa, presidente de la Cofradía de los Cocidos de Cantabria, atiende a ifomo.es Noticias para contarnos cómo ha ido y lo emocionante que queda de la primera Semana del Cocido que tiene lugar en Torrelavega desde el pasado 28 de octubre y hasta el sábado 4 de noviembre.
Desde charlas-coloquios donde han contado los secretos para un cocido perfecto (agua, temperatura, ingredientes…) hasta la presentación de un nuevo cocido propio torrelaveguense, que fue una de las novedades más llamativas del evento el lunes: el puchero de Torrelavega.
Gabriel, ávido lector, ha ido recopilando durante años a un novelista español de renombre: José María de Pereda. De las letras al cocido: “Tengo muchísimas notas tomadas de él y sus libros. Me fijé en todo lo que escribía sobre cocidos y hay tres obras que se dedica a hacer referencias a nuestros cocidos”, narra Gabriel.
El origen de este nuevo cocido, nos cuenta, viene de las lecturas del escritor natural de Polanco, quien “transcribe que la gente de Polanco venía a Torre que era el centro comercial más importante, y describe que se vendían alubias, legumbres, productos de cerdo y hortalizas”.
De ahí que su idea tomase forma: “Hicimos varias pruebas y salió por unanimidad un cocido que comprende alubia roja, repollo rizado no normal, manos de cerdo, tocino entreverado y chorizo”. Una combinación hecha realidad por el maestro Luis Cordero, y denominado ‘puchero de Torrelavega’ porque Pereda “decía que era el centro donde se vendía todo”. Y tan “buena sensación” ha dejado entre los hosteleros que muchos lo incluirán en sus cartas.
En la primera Semana del Cocido también han tenido oportunidad de hacer otros tantos experimentos en nombre y honor al cocido: ¿pega mejor comerlo con plan de masa madre o de semillas, o con un vino blanco o tinto? Pues “sorpresa”, nos dice Gabriel, que ha recopilado las estadísticas y de un primer vistazo la gente “prefiere comer cocido con vino blanco”, o acabarlo con una buena cata de chocolate o el mítico hojaldre torrelaveguense.
Imperdibles también la feria de productos de Cantabria y hasta el concurso de ollas ferroviarias con cocido con premios de hasta 300 euros.
Los cofrades también tienen un lugar especial, donde nombrarán cinco nuevos cofrades, de número, de Honor como el torrelaveguense Javier Castillo ‘Poty’ y de mérito, “un reconocimiento a la gente que ha dedicado su vida a la hostelería”, como Pepita Arco, la madre de ‘Poty’ o la mítica Casa Cayo de Potes.
El culmen a una semana llena de cocido y exquisito sabor cántabro va a ser una carrera con albarcas para bajar los cocidos a ritmo de zancada. Un lugar muy especial para las albarcas como es Torrelavega, que siempre ha tenido afición a ellas. Los participantes protagonizarán la ya bautizada como carrera del capellán, nos cuenta el presidente, “porque viene desde la Iglesia Vieja a la Nueva, de la Asunción a la de la Virgen Grande”.
“Creo que va a competir Revilla, todos se quedan pasmados cuando se lo digo”, ríe Gabriel, que también nos cuenta que consiste en una “contrarreloj de dos en dos personas con un chip, y luego habrá grandes premios, comidas y cocidos para todos”. Y como no podía ser de otra manera, terminar con una reunión de confraternización entre cofradías, comiendo adivinen qué: cocido.
