La Policía Local de Santander ha denunciado el pasado fin de semana a los responsables de 12 establecimientos hosteleros ubicados en distintas calles de la capital, fundamentalmente por molestias a los ciudadanos.
Tres de los locales están ubicados en la calle Río de la Pila. Dos han sido denunciado por música en tono elevado, molestias al vecindario y por permitir el consumo de bebidas alcohólicas en el exterior del local sin tener autorización de terraza; y el tercero por estas causas además de exceso de aforo.
En la calle Santa Lucía se ha denunciado a dos locales, uno por la estancia y venta de alcohol a menores de 18 años de edad; y otro por música en tono elevado, molestias al vecindario, exceso de aforo, actuación en vivo sin autorización y por permitir el consumo de bebidas alcohólicas en el exterior del local superando el aforo de la terraza.
Los otros locales se encontraban en la calle Cardenal Cisneros, por música en tono elevado, molestias al vecindario, la falta o negativa afacilitar la hoja de reclamaciones, no tener visible el cartel anunciador de licencia y por no presentar la licencia de apertura; y en Joaquín Costa, por la instalación de elementos en la terraza no autorizados y por ocupar la terraza mayor superficie de la autorizada.
También en la calle Sol, por música en tono elevado, molestias al vecindario y por permitir el consumo de bebidas alcohólicas en el exterior del local sin tener autorización de terraza; y otro en la calle Arco Iris, por música en tono elevado, molestias al vecindario y por reproducir música sin tener autorización para ello, además de tener el equipo precintado. Este mismo local fue denunciado por idénticos motivos la madrugada del domingo y la de hoy lunes.
En la Castilla se ha denunciado a un establecimiento por música en tono elevado, molestias al vecindario, actuación en vivo sinautorización, ventanas abiertas y por no presentar el cambio de titularidad de la licencia; a otro en la calle Ataulfo Argenta, por música en tono elevado, molestias al vecindario y por reproducir música sin tener autorización para ello, además de tenerlo precintado; y finalmente, un local en Hernán Cortés, por reproducir música sin autorización, molestias al vecindario y por no tener visible el cartel anunciador de licencia.
