El Museo del Ferrocarril de Santander recibe 3.000 euros de la recaudación del Circo de los Horrores en la ciudad

El Museo del Ferrocarril de Santander, ubicado dentro del aparcamiento de la Estación de Renfe, ha recibido 3.000 euros recaudados durante la celebración del Circo de los Horrores el pasado mes de abril en la ciudad.

La alcaldesa, Gema Igual, ha presidido la entrega del cheque simbólico valorado en 3.000 euros en un acto en el Ayuntamiento de Santander al que también han asistido la concejala de Dinamización Social, Lorena Gutiérrez, y miembros de la asociación Amigos del Ferrocarril como beneficiarios.

Allí, Igual ha agradecido que, una vez más, los santanderinos hayan respondido a la llamada de las entidades que más lo necesitan, ha informado en un comunicado el Consistorio.

Igual ha destacado que se trataba de "una oportunidad para disfrutar de una tarde diferente, pasar un buen rato, y contribuir además a apoyar la labor de difusión de la asociación y contribuir a mejorar las instalaciones del Museo".

"Una vez más, los santanderinos hemos demostrado que somos solidarios", ha subrayado a la vez que ha incidido en que "ya es habitual en la ciudad que los acontecimientos lúdicos incluyan llamamientos a colaborar con personas o entidades que lo están pasando mal o que necesitan un empujón económico para mejorar su día a día".

En el Museo del Ferrocarril de Santander los amantes de este medio de transporte podrán conocer una parte de la historia de Santander y Cantabria, la que se desliza por las vías de hierro.

Un tren a vapor, uno diésel y el moderno AVE, maquetas, fotografías, trajes, piezas únicas, locomotoras restauradas y una "jardinera" que en verano recorría la capital llevando a los viajeros del tranvía, son algunas de las piezas que ayudan a niños y mayores para conocer mejor la historia del ferrocarril y el patrimonio ferroviario.

El patrimonio de la asociación está formado por una amplia biblioteca y piezas de gran interés, como la locomotora 'Peñacastillo'; maquetas de estaciones desaparecidas en Santander en 1936, como la de la Costa y el Norte, que dieron paso a las nuevas estaciones de 1943 y 1947, así como una colección de carteles históricos de promoción del uso del ferrocarril, faroles de locomotoras, placas ovaladas de las compañías ferroviarias o carteles de cristal para poner los horarios de los trenes.