Las ludotecas de Santander en marcha un plan para detectar los efectos psicológicos de la pandemia en los niños

La red municipal de ludotecas de Santander ha puesto en marcha un plan de detección y gestión de los efectos psicológicos y emocionales de la pandemia tras detectar "distintos síntomas y comportamientos" en los niños que acuden a estas instalaciones.

Así lo ha anunciado en nota de prensa el concejal de Familia, Álvaro Lavín, quien ha explicado que el objetivo del plan es poner en marcha una serie de medidas que ayuden tanto a los niños como a sus familias a gestionar de la forma "más sana posible" la actual situación.

La primera fase ya está en marcha y se centra en el trabajo del equipo de monitores con una psicóloga con un triple objetivo: detectar de qué forma les afecta la situación de pandemia como personas y profesionales; en qué manera influyen los cambios que se han tenido que realizar para la implantación de las medidas sanitarias y cómo modifican la dinámica habitual de la ludoteca; y, sobre todo, en qué modo impacta en los niños.

"Nuestro objetivo es ayudar a monitores, niñas y niños y familias a superar los traumas psicológicos que ha provocado la pandemia", ha remarcado el concejal.

Además de sesiones de trabajo semanales con el equipo, la psicóloga visitará cada ludoteca con el fin de observar lo que ocurre en ellas. Lo que se pretende es responder de la forma "más eficaz posible" a las necesidades que se plantean, asesorar sobre cómo actuar en casos de determinados niños, y tener una visión "amplia" de la situación.

Todo ello, según el concejal, servirá para desarrollar pautas y recursos de actuación para el equipo técnico y para realizar ajustes en la dinámica diaria de manera que, cumpliendo siempre con la normativa sanitaria, se puedan incorporar pequeños cambios que permitan recuperar una relación más natural y humanizada.

La directora de la red de ludotecas, Ana Lekube ha señalado que esta primera fase "ya está dando sus frutos ya que hay detalles que pasan desapercibidos y sobre los que es necesario reflexionar". Así, se ha referido a que hay niños que solo se conocen entre ellos con la imagen de la mascarilla y no saben qué rostro tiene el otro y que, además, con la mascarilla se pierde mucha información no verbal, lo que tiene consecuencias como que se hable en un tono de voz más alto, más nivel de ruido, conflictos en la comunicación, etcétera.

"Estamos observando y profundizando en todo esto para estar más alerta en el día a día e implantar ya pequeñas modificaciones, además de diseñar una segunda etapa de trabajo, con los propios niños y niñas, así como con sus familias", ha señalado.

Esta segunda fase se llevará a cabo el próximo trimestre y se centrará en los menores y sus familias. Por una parte, estará enfocada a que los niños puedan desarrollar recursos propios para gestionar situaciones que les generan ansiedad y comportamientos compulsivos y tratará de dar respuesta a las preocupaciones de los padres, escuchándolos y desarrollando de forma conjunta pequeñas estrategias que sean eficaces en su día a día.

Se estima que se trabajará con unos 50 niños, así como con 60 adultos a través de las acciones de la segunda fase de esta experiencia piloto, siendo más amplio el número de menores que se verán beneficiados por los ajustes realizados y la mejora de la calidad en la asistencia.

El plan global se desarrollará en todas las ludotecas de la red municipal ubicadas en los centros cívicos de Cazoña, Nueva Montaña, Callealtero, Río de la Pila y Tabacalera, dirigidas a niños de entre 3 y 12 años.