Los positivos de COVID entre trabajadores de prisiones se triplican en un mes hasta los 1.817 casos acumulados

Los positivos de COVID entre la plantilla de trabajadores de prisiones de las cárceles españolas se han triplicado en un mes coincidiendo con la sexta ola de la pandemia y las fiestas de Navidad. Según los datos de Instituciones Penitenciarias consultados por Europa Press, hay 1.817 positivos acumulados hasta el 7 de enero, frente a los 534 casos contabilizados hasta el mes de diciembre.

En concreto, 933 trabajadores figuran actualmente como casos activos, con 881 altas laborales dentro de los 1.817 positivos acumulados hasta la vuelta de las Navidades, cuando también se han multiplicado los contagios entre la población en general por la propagación de la variante ómicron.

En la estadística penitenciaria se recogen los positivos desde el 1 de abril hasta el 7 de enero. A fecha de 2 de diciembre, había 65 casos activos y 468 altas, con un acumulado de 534 positivos.

Desde el inicio de la pandemia en marzo de 2014 se contabilizan 3.551 positivos acumulados entre trabajadores de prisiones, con 2.359 altas laborales y 937 casos activos. Además, Instituciones Penitenciarias ha lamentado el fallecimiento de seis trabajadores desde el inicio de contagios por COVID.

POSITIVOS ENTRE LA POBLACIÓN RECLUSA

En el caso de la población reclusa, la sexta ola deja 946 positivos acumulados desde el 15 de octubre hasta el 7 de enero, con 466 casos activos y 480 altas médicas. En observación médica o cuarenta figuran 670 internos.

El organismo dependiente del Ministerio del Interior ha ido modificando las medidas de prevención según las recomendaciones sanitarias y la incidencia en las diferentes olas. Con el primer estado de alarma en marzo de 2020, aisló las prisiones con la suspensión de comunicaciones y permisos de salida.

Una vez iniciada la vacunación a internos y trabajadores se recuperaron también los horarios laborales pre-pandemia, puesto que una de las medidas adoptadas fue acumular las horas de trabajo para que los funcionarios de vigilancia pudieran librar luego un día más --hasta seis-- de forma consecutiva. El objetivo era limitar los desplazamientos, así como las entradas y salidas de las prisiones.