El 'mundo de papel' de Thomas Demand llega al Centro Botín en la mayor exposición del artista en España

La muestra, que podrá verse desde este sábado hasta el 6 de marzo, reúne una selección de imágenes y películas del artista alemán

El Centro Botín acoge hasta el mes de marzo la mayor exposición del fotógrafo alemán Thomas Demand en España, que reúne una selección de imágenes y películas "en la frontera entre lo ficticio y la realidad", ya que las situaciones que muestran han sido recreadas pero evocan a hechos reales y pretenden crear emociones "profundas" sobre ellos en el espectador.

"Son falsas y reales a la vez", ha explicado el propio artista, que ha presentado este viernes la exposición, titulada 'Thomas Demand: mundo de papel', junto al comisario, Udo Kittelmann, y a la directora ejecutiva del Centro Botín, Fátima Sánchez.

"No saco la cámara a la calle y espero a que sea la luz correcta. Lo hago todo en mi estudio, con luz artificial", ha señalado Demand, que recrea acontecimientos mundiales y elementos cotidianos a partir de maquetas de papel y cartón que construye a tamaño real y, una vez fotografiadas, las destruye. Con ello atrae al espectador hacia una ilusión y pone de manifiesto el papel de la fotografía en el cultivo de esa emoción, reforzando esta idea mediante la destrucción de las maquetas una vez capturadas.

Por tanto su información "no es la verdad real, es ficticia", ha incidido, haciendo referencia también a la relación que existe entre las imágenes y los hechos históricos y la cercanía entre el objeto artístico y la experiencia humana. Una idea en la que ha ahondado el Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa, que ha contribuido al catálogo de la exposición con un texto en el que señala que "entre las imágenes de aquellos objetos realistas y las imágenes surrealistas de la naturaleza, hay una misma mano y una misma obsesión: la de que el arte no puede apartarse de las realidades humanas, a las que enriquece y justifica".

Las 36 piezas de la muestra, muchas de ellas inéditas y que se podrán visitar desde este sábado y hasta el 6 de marzo, se encuentran dentro de unas estructuras creadas ex profeso para el Centro Botín que simulan un paisaje urbano que se enfrenta por un lado a la ciudad de Santander y por otro al mar.

El paisaje está compuesto por ocho pabellones que cuelgan del techo, que igual que las paredes de la sala de exposiciones están cubiertos de papeles pintados que hacen referencia a la idea de que "nuestra vida ha quedado en suspenso", han señalado el artista y el comisario.

Demand extrae sus fotografías de acontecimientos mundiales y de elementos cotidianos que llaman su atención, y algunas se basan en imágenes de los medios de comunicación y representan acontecimientos de carga política y relevancia mediática.

Así, las obras recrean la sala de control de la central nuclear de Fukushima, representando paradójicamente la "falta de control"; la cuarentena que obligó recientemente a amarrar el crucero Diamond Princess por el coronavirus, que representa la contraposición entre el lujo y el aislamiento; o la rueda de prensa que dio Donald Trump junto a una montaña de "carpetas vacías para probar lo ocupado que estaba", mostrando el poder de convicción de una imagen.

Algunas fotografías -todas con referencias a diferentes artistas- se refieren también a delitos y tragedias, mientras otras muestran la belleza ignorada de elementos cotidianos, como un lazo rojo que brilla bajo el sol o violines de madera hechos a mano.

Estas composiciones han supuesto varios meses de creación, según ha indicado Demand, por lo que, en contraposición a ese proceso "extremadamente lento", al fondo de la sala se encuentra una serie de piezas que quiso hacer con rapidez y que solo le han llevado un día. Se trata de imágenes sacadas de su teléfono móvil personal que buscan una reflexión con la fotografía en un momento en el que ésta "se centra en las redes sociales" y "todos somos fotógrafos".

Esta muestra tuvo que retrasarse un año por la pandemia y "no es una exposición habitual", según el comisario, porque Demand "nunca hubiese colgado sus obras de la pared" de no ser por el espacio en el que se encuentran.

Kittelmann ha destacado también que las imágenes "no tratan de lo que se ve a primera vista", por lo que no es suficiente con observarlas cara a cara, "hay que descubrirlas, experimentarlas".

Y ha puesto en valor que "ningún otro fotógrafo trabaja así", dedicando "tanto tiempo" a crear una situación imaginada en tres dimensiones. Después "las maquetas se destruyen y solo queda la imaginación".

En esta línea, la directora ejecutiva del Centro Botín ha indicado que se trata de una muestra "muy especial" por su contenido y por cómo ha sido diseñada para este espacio, que hace un mes era "totalmente diferente" cuando acogía la exposición Picasso Ibero.

"Supone un reto para la mirada, ofrece belleza, exige concentración", ha resumido Sánchez, recordando que Demand volverá a la ciudad antes de terminar su exposición en 2022 para dirigir el próximo Taller de Artes Plásticas de la Fundación Botín.