Cultura renueva su compromiso con el proyecto europeo de caminos del arte rupestre prehistórico

La consejera de Cultura, Eva Guillermina Fernández, ha renovado el compromiso de su departamento con la asociación internacional Caminos de Arte Rupestre Prehistórico (CARP), institución que actualmente tiene su sede en Cantabria y está coordinada por la Red Cántabra de Desarrollo Rural.

Así lo ha puesto de manifiesto en la reunión que ha mantenido con el presidente de la red, Leoncio Carrascal, y el gerente, Fernando Isasi, que le han informado de que la asociación celebrará su asamblea anual el próximo mes de diciembre en Portugal, en la sede de la Fundación COA-Parque, y han solicitado su presencia como socia de la organización.

El objetivo del proyecto de CARP es la difusión y promoción del arte rupestre prehistórico de Europa e impulsar su conservación. Para ello se lleva a cabo una gestión de intercambio de buenas prácticas y acciones para fomentar la colaboración con las administraciones públicas y organismos privados por medio de acciones conjuntas dentro de una ruta cultural europea temática y especializada.

Tanto la consejera como los representantes de la red han considerado de enorme valor el trabajo desarrollado, ya que contribuye al fomento del turismo, dentro de una estrategia de sostenibilidad y de interacción con la cultura, además de potenciar el desarrollo de las zonas rurales de Europa, en las que se encuentran la mayor parte de las manifestaciones rupestres prehistóricas.

El Gobierno de Cantabria contribuye con CARP para la coordinación del protocolo internacional de colaboración en materia de arte rupestre, donde también participan el Principado de Asturias, la Junta de Castilla y León, el Gobierno de Dordoña (Francia) y la Fundación COA-Parque de Portugal.

Dentro de los acuerdos que el Gobierno mantiene con la Red Cántabra de Desarrollo Rural se encuentra el proyecto Naturea Cantabria para el mantenimiento de las infraestructuras y la restauración ambiental, que se han centrado en gran parte del recorrido del Camino Lebaniego.

Así, destacan las labores en la senda fluvial del Nansa, desde Muñorrodero hasta Camijanes, aunque hace unos años se prolongó hasta Cades. Esta senda forma parte de la etapa del Camino Lebaniego que nace en San Vicente de la Barquera hasta el Monasterio de Santo Toribio de Liébana.

Carrascal e Isasi también han presentado a la consejera el resumen de actividades de la última primavera de Culturea, basadas en la conservación y protección del patrimonio cultural material de Cantabria.

Los responsables de la red han informado de la localización de materiales de valor cultural en el territorio que se recogen en fichas para identificarlos y su rehabilitación o mejora en caso de deterioro.

También han realizado acciones para recuperar y visibilizar diversos usos y costumbres, como las visitas a Cabezón de la Sal y San Vicente del Monte para conocer maquinarias y herramientas que se empleaban para tejer y coser; la visita a Vega de Liébana para jugar a los bolos; la actividad de fabricar jabón y lavar a mano en los lavaderos públicos de Esles (Santa María de Cayón); conocer el oficio de los carboneros en San Miguel de Aguayo y visitar casas de indianos en Arredondo.