El Centro de Estudios Lebaniegos recupera la figura de Manuel Pereda de la Reguera con una exposición

El Centro de Estudios Lebaniegos de Potes acogerá desde el 13 de mayo, y hasta julio, una exposición que recupera la figura del escultor, historiador, novelista y gestor cultural Manuel Pereda de la Reguera, "indispensable" en la cultura de Cantabria de la posguerra.

La muestra repasa la trayectoria de este hombre "polifacético" a través de cerca de 100 piezas que reflejan su vínculo con Liébana y entre las que se incluyen cerca de 40 publicaciones, 14 esculturas, 12 retratos y caricaturas, fotografías y objetos personales.

La directora general de Patrimonio Cultural y Memoria Histórica, Zoraida Hijosa, y las dos comisarias de la exposición e hijas del artista, Rosa Pereda y María José Pereda de Castro, han presentado este jueves esta muestra "ilusionante".

Según Hijosa, las instituciones deben "mantener en la memoria colectiva" el trabajo de creadores como Manuel Pereda de la Reguera, que puso "en valor las tradiciones cántabras y a la propia Cantabria en aquellos años de la posguerra y dictadura franquista".

En este sentido, ha señalado la importante actividad que desarrolló este artista en la promoción de la cultura y la protección del patrimonio.

Tanto Hijosa como Rosa y María José Pereda han destacado también la vinculación de Pereda de la Reguera con Liébana, muy presente en sus obras y con una intervención "fundamental" en la reanudación del Año Santo Lebaniego y su consideración como Año Jubilar.

Se han referido igualmente a su obra escultórica en la Puerta del Perdón y el Viacrucis de la explanada de Santo Toribio, además de los dos bustos en la entrada del ayuntamiento de Potes y otro en el jardín de la iglesia de Ojedo.

Pereda de la Reguera fue un personaje polifacético, autor de varias novelas, libros de poemas y piezas de teatro, además de figura polémica y muy activo en la vida cultural de la época, como muestra la creación, durante su presidencia del Ateneo de Santander, de los premios Eulalio Ferrer de novela y Miguel Ángel Argumosa de poesía, y el comienzo de las distinciones de Montañeses del año.

De su faceta como escultor la muestra recoge doce piezas de estudio, casi todas abstractas, procedentes de la colección del autor y fotografías de sus obras públicas, como las de Liébana y en Santander el dedicado a Vital Alsar, en Puerto Chico.

Su estudio del patrimonio histórico artístico le llevó a preocuparse por su defensa, y fue parte esencial en la regulación de leyes, como la que creó la categoría de Monumentos Regionales y Locales, y legisló su protección, en un momento en que el expolio de casonas, palacios e iglesias era habitual.

En su libro 'Cantabria, raíz de España', que sitúa en Liébana el principio de la Reconquista, y en tierras cántabras, siguiendo a Ramón Menéndez Pidal, la cuna de la lengua castellana, cristalizan gran parte de sus investigaciones anteriores. Especialmente las recogidas en su libro Liébana y Picos de Europa. La muestra recoge esta actividad investigadora que dio lugar a cerca de cuarenta publicaciones.