La A-8 abrirá mañana un carril hacia Santander en la calzada contraria a la zona del argayo

Se continuarán las labores para despejar los restos del desprendimiento de la autovía y se prevé que las obras en el talud duren varias semanas

La A-8 sigue cortada al tráfico en dirección a Santander en el tramo en el que la pasada madrugada se produjo el argayo, situado en el límite entre Cantabria y Vizcaya, manteniéndose por ahora el desvío por la N-634, aunque está previsto que este domingo se pueda abrir un carril para permitir la circulación en sentido a la capital cántabra sin tener que abandonar la autovía.

Fuentes de la Delegación del Gobierno han informado a Europa Press que ya se ha abierto un hueco en la mediana, extendiéndose una capa de hormigón que debe secar antes de poder abrir dicho carril en dirección Santander, con lo que habrá que esperar hasta mañana.

Una vez que se habilite este carril se eliminará el actual desvío por la N-634.

De forma paralela, continuarán las labores para despejar el material caído en el desprendimiento, aunque las actuaciones que habrá que realizar en el propio talud, que está dañado, podrían durar varias semanas.

Desde la Delegación del Gobierno explicaron esta tarde a esta agencia que el trabajo para retirar el desprendimiento y reforzar el talud afectado es "complejo" porque éste, aparte de lo que se ha caído, está "bastante mal" por las filtraciones de agua.

Por ello, no solo habrá que retirar el desprendimiento, sino también hacer otro tipo de actuaciones, que son las que pueden prolongarse.

El desprendimiento, ocurrido a la altura de Ontón (Castro Urdiales) se produjo sobre las 4.25 horas de este sábado, a causa de las lluvias y desde entonces los dos carriles en dirección a Santander permanecen cortados, estableciéndose un desvío por la N-634.

Concretamente, el argayo se ha producido en el kilómetro 139,225, a la altura de Ontón (Castro Urdiales), provocando el corte total de los carriles en dirección Santander.

El desvío habilitado por ahora comienza en el km 138 de la A-8, en Muskiz (Vizcaya), donde los coches deben incorporarse a la N-634, volviendo a la autovía en el 139,900.