Detenido un vecino de Vizcaya como presunto autor del grafiti en el 'Lazareto de Abaño'

La Guardia Civil de Cantabria ha detenido a un joven de 29 años, vecino de Vizcaya, como presunto autor de un delito contra el patrimonio histórico por la realización de un grafiti en el denominado 'Lazareto de Abaño', en San Vicente de la Barquera, edificio del siglo XIII catalogado como bien de interés cultural.

El pasado mes de agosto se presentó una denuncia ante la Guardia Civil por las pintadas que presentaba una de las paredes del edificio, que cuenta con un grado de protección integral. Uno de los grafitis realizados afecta a una Cruz de Malta tallada sobre piedra, una cruz de consagración que indica que el edificio en un momento de su vida estuvo autorizado para impartir sacramentos.

El grafiti que afecta a esta cruz es un "tag" (firma) que se ha observado en otras edificaciones en Viérnoles, Puente San Miguel, Castañeda y en Solares, en paredes visibles desde la autovía, al igual que ocurre con el 'Lazareto de Abaño'.

La Policía Judicial de la Guardia Civil de Torrelavega se hizo cargo de la investigación y llegó a la conclusión de que el autor del 'tag' podía ser un hombre que había hecho grafitis en trenes, con otra firma, lo que había derivado en una operación policial con el esclarecimiento de múltiples pintadas en trenes en territorio nacional y europeo.

Las sospechas se confirmaron después de que el departamento de grafística de la Guardia Civil cotejara las firmas del 'Lazareto de Abaño' con la de los trenes, concluyendo que correspondían a una misma persona. Con esta prueba, se detuvo a su presunto autor el pasado 23 de octubre.

Según la Guardia Civil, los daños sufridos en el 'Lazareto de Abaño', por la sillería existente, son de carácter irreversible por la inevitable pérdida de la pátina y la alteración del sustrato silíceo derivado de la limpieza.

El edificio fue una antigua leprosería fundada en el siglo XIII sobre un establecimiento religioso anterior. En el siglo XIV se levantó una ermita que fue parroquia de aldea o comunidad de leprosos del lugar.

A finales del siglo XVI, el edificio se convirtió en beatario, residiendo en la zona unas mujeres que prestaban ayuda a pobres y transeúntes.

La ermita, que es un templo de una sola nave, presenta en la esquina del ábside la grabación en relieve de una cruz dentro de una circunferencia, pudiendo considerarse una Cruz de Malta.