Entrevista a Dimitry Nazarenko “Dima”

“El mundo debe detener a los criminales de guerra de la invasión rusa”

Dimitry Nazarenko, “Dima”, esta muy vinculado a Cantabria, lugar que visita todos los años, especialmente Tanos.
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photo_camera Dimitry Nazarenko, “Dima”

En apenas siete días, la vida de millones de ucranianos ha dado un giro radical. La invasión rusa de su país ha convertido su día a día en una cuestión de supervivencia. Entre ellos se encuentra Dimitry Nazarenko, “Dima” (Kamianents- Podilskyi, Ucrania 1969), responsable de un grupo de Folclore que desde el año 1995 es fiel a su cita con Cantabria, gracias a los estrechos vínculos que le unen con la Agrupación Virgen de las Nieves de Tanos. Su relato de lo que están viviendo es estremecedor. En ocasiones se le quiebra la voz. Pero tiene claro que su país tiene derecho a defender su libertad.

¿En qué zona de Ucrania te encuentras?

Estoy en mi ciudad natal, en Kamianents-Podilskyi. Es una ciudad muy hermosa, histórica, tiene su casco viejo, su castillo, estamos más o menos a 500 kilómetros de Kyiv, y a 380 kilómetros de la frontera con Polonia. De momento nuestra zona está tranquila, sin batalla, sin nada. Pero nos estamos preparando para cualquier cosa que pueda pasar.

El riesgo en vuestro caso podría llegar de Bielorrusia

Exactamente. Nosotros, los siete días de guerra que llevamos, bajamos todos los días a los refugios, porque tenemos peligro. Suenan las alarmas, suenan sirenas por las calles, por toda la ciudad, todo el mundo tiene que evacuar y acudir al refugio. Los edificios grandes tienen un lugar más seguro, que antes usábamos para otras cosas, como almacenes para guardar cosas. Nunca pensamos (voz quebrada) que en el siglo XXI íbamos a tener en el centro de Europa una guerra auténtica, como llamábamos antes, con nuestros hermanos… ocupantes. Uffff. Me duele decirlo.

Se hace difícil ponerse en vuestra piel. De golpe, pasáis de una vida normal a mirar por vuestra supervivencia.

Eso es. Por ejemplo, mi español no está preparado para comentar tantas cosas de alarmas, refugios…. Me faltan palabras porque nunca, nunca en mi vida he usado estas palabras. No sé términos como pistolas, misiles… La primera vez que llegamos a España, en el año 1993, yo tengo un grupo de folclore, de danza popular, toda mi vida es folclore. Soy profesor de danza. Nuestra vida es presentar el arte ucraniano fuera de nuestro país, ponernos nuestro traje, explicar que somos ucranianos. Recuerdo en los primeros años de nuestra llegada a España, a los festivales, nos preguntaban: ¿pero dónde está Ucrania? ¿Ucrania es Rusia? Y nosotros: No, no, Ucrania es un país independiente. Y en el año 1991 fue la primera vez que declaramos nuestro deseo de ser independientes de la URSS. Entonces, nuestra vida siempre ha sido presentar que somos de Ucrania. La gente solía conocer Chernóbil y el Dinamo de Kiev, nada más.

(...)

Año a año hemos pasado por toda España. Llegamos a Teruel en 1994 y en 1995 llegamos a Cantabria. Y desde entonces hemos tenido una gran amistad, que mantenemos hasta hoy. Hemos realizado muchísimos proyectos con Mari Carmen, del grupo Virgen de las Nieves. Y además de participar en la Muestra Internacional de Folklore “Por las tierras de Cantabria”, hemos desarrollado otros proyectos de solidaridad. Por ejemplo, con el Ayuntamiento de Torrelavega y con la parroquia de Tanos y el grupo de Mari Carmen, hemos realizado proyectos de veraneo de niños huérfanos y niños en situación difícil, que durante siete u ocho años familias de Cantabria estaban acogiendo. O sea que, además del folclore, hemos realizado muchísimos proyectos.

Nunca me sonaban palabras como “alarmas criminales de guerra”. Por eso me estoy preparando para cada entrevista, porque la idea nuestra es hablar de la verdad de lo que está pasando hoy por hoy, en Ucrania. Una auténtica guerra. Yo sé que Rusia, por ejemplo, en Europa está explicando que tenemos un conflicto dentro de nuestro país. Pues no. No es así. Tenemos ocupantes en nuestra tierra que están matando a nuestra gente, a nuestros niños, a nuestros militares.

Por otra parte, voy a agradecer a este político de Moscú, -no me sale su nombre ni su apellido- porque durante los últimos siete días de guerra, Ucrania es un país muy diferente. Tenemos más unidad que durante treinta años de independencia. Por ejemplo, regiones de Donbass, donde salió el conflicto después de Crimea, son regiones que hablan más ruso, etcétera, pero no pasa nada. El folklore también es diferente. Cada territorio tiene su costumbre. Igual que en España, cada región tiene su jota, su folklore, su lengua… En los últimos siete días, estamos como una familia.

Vuestra determinación está siendo una lección. Estáis optando por arriesgar vuestras vidas en lugar de salir huyendo

Tenemos un colapso en la frontera. Hay mucha gente que está pasando por aquí, se queda una noche y se va hasta Polonia. Están huyendo. Yo entiendo a esta gente. Están buscando una situación mucho mejor que aquí. Y no pasa nada. Si salen, hay que ayudarles. Esta mañana nos hemos reunido, porque tenemos llamadas que nos piden ayuda para ir hasta la frontera. Y estamos buscando posibilidades. Cada persona tiene que elegir su destino. Como Ucrania, otra vez hemos declarado nuestro destino. En el año 2013, cuando nuestros estudiantes estaban protestando en una manifestación en el centro de Kyiv, porque el presidente anterior no quería firmar el acta de adhesión a la Unión Europea, salieron los chicos para protestar, para decir que nuestro destino es Europa. Y de una forma brutal salió la policía para limpiar toda la plaza, de una forma brutal. Al día siguiente, todo el pueblo de Ucrania estaba en la calle, porque nuestros valores son valores europeos, porque nuestra vida, es vida en Europa en común. Por eso, cada persona debe elegir su destino. Yo debo estar aquí. Quiero repetir que en cada corazón de un ucraniano hay mucho patriotismo. Mucho más que el que teníamos antes. Por ejemplo, en mi caso. Yo sé mi himno. Conozco sus palabras. Me gusta. Pero nunca he escuchado el himno con tanto patriotismo, con tanto amor a mi país como hoy, como ayer, como estos días, porque es mi país, mi familia y nuestro futuro. Toda mi vida es algo muy diferente. Es al revés. Es una vida de niños, de bailes, de danzas, coreografías, conciertos, viajes, intercambios…Y ahora tenemos otra historia totalmente distinta. Hay que recibir lo que hay, aguantar, sufrir si hace falta, pero seguir adelante.

¿Qué es lo que más echáis en falta ahora?

Lo primero es que queremos ayudar mucho a nuestros militares. Estamos buscando cascos militares, chalecos antibalas, también fundas para cascos, también medicamentos. Hay muchas necesidades. Estamos todas las mañanas y todas las tardes para reunirnos. Por la mañana tenemos el orden para decidir si podemos hacer una cosa u otra. De momento sí tenemos alimentos. Y la gente de pueblos que vienen y nos están ayudando mucho.

¿Tienes controlados a los componentes de tu agrupación?

Sí, ahora hay posibilidades, estás en contacto en chat, en wasap, de momento estamos bien. Lo que pasa es que cada día tenemos víctimas. Las batallas están un poco lejos, pero la gente que está allí, en la mili, también son de aquí. Hemos tenido un fallecido de una colega nuestra, su hijo, hace dos días y es duro. Y duele. Aquí de momento está tranquilo, pero el dolor que nos llena es por Jharkiv, por Kyiv, por otras regiones de Ucrania, porque las noticias que vienen son fuertes.

Un mensaje final

El mundo debe detener a los criminales de guerra de la invasión rusa.

Un abrazo. Cuídate.