La Guardia Civil ha localizado en Cantabria a tres personas investigadas como presuntos autores de un delito de robo de mascotas mediante escalo, en concreto de cinco perros valorados en 4.000 euros, en una localidad de Burgos y que han sido recuperados.
Los sospechosos, con iniciales A.C.V., E.M.M. e I.R.S, tienen entre los 31 y 33 años, según han informado fuentes del instituto armado.
Días atrás fue denunciada la sustracción de dos perros adultos y un cachorro de raza American Bully y de dos Bull Dog francés, también adultos, de las instalaciones donde permanecían, en una localidad de La Ribera burgalesa. Su propietario relataba también el robo de una motosierra, valorando el conjunto de lo robado en más de 4.000 euros.
Los investigadores se trasladaron al lugar practicando una inspección ocular que permitió conocer que los autores habían accedido al interior mediante escalo para sustraer los canes.
Las gestiones realizadas arrojaron rápidamente resultados positivos, al conocerse que durante la noche en que se produjo el ilícito y en la misma franja horaria personal del Cuerpo desplegado en la autovía A-1, con ocasión de un dispositivo de seguridad ciudadana dirigido a la identificación preventiva de personas y vehículos, había sido parado un turismo e identificados sus ocupantes.
Un registro superficial reveló la presencia de cinco perros y una motosierra, y aunque la aparición de los animales llamó la atención de los agentes, no pudieron vincular entonces su transporte con ningún ilícito conocido, ya que aún no había sido denunciado.
Las pesquisas llevadas a cabo refrendaron que la raza y características de los animales transportados casaban con las descritas por su dueño.
Con la identificación de los sospechosos, y con claros indicios de su participación en los hechos, los mismos fueron localizados en Cantabria, donde, con la colaboración de personal de esa Comandancia, han sido investigados como presuntos autores de un delito de robo con escalo.
Cuatro de los cinco animales sustraídos han sido recuperados en perfecto estado y entregados a su dueño, si bien uno de los adultos pereció durante la investigación cuando estaba en poder de los autores del robo.
Con esta actuación se ha evitado un posible tráfico ilegal de animales, ya que todo apunta a un móvil económico para obtener algún beneficio con la venta de los ejemplares o con la de las posibles camadas que obtuvieran.
Las diligencias instruidas han sido entregadas en el Juzgado de Instrucción número 2 de Aranda de Duero.
