La trama de carreteras que, según la investigación del Juzgado número 5 de Santander, urdió el funcionario Miguel Ángel Díez desde su puesto como jefe de mantenimiento de Carreteras, se cobró su último cese hasta el momento en la figura de Sebastián Martín, subdirector general de Carreteras, Vías y Obras.
Hoy, según ha podido saber este medio, se conoce que su hijo, Pablo Martín, es el Técnico de Ofertas y Organización de una de las constructoras supuestamente implicadas en la trama, Rucecan.
El perfil del de Pablo Martín ha sido ya borrado de la red social LinkdIn pero aún figura cargado en Google:
El cese de Martín se conoció el pasado lunes, tras la rueda de prensa del consejero Jose Luis Gochicoa, al hacerse público que aparece en las escuchas realizadas por la Policía Nacional, si bien, no esta investigado hasta el momento en la causa.
Sebastián Martín, tenía agendada una comida en el restaurante tres estrellas Michelín El Celler de Can Roca junto al presunto cabecilla de la red, la mujer de este y dos responsables de la empresa Rucecan, que no se llegó a celebrar porque cuatro días antes el juzgado destapó la trama.
Sebastián Martín desde el año 2007 hasta el año 2010 ejerce como Jefe del Servicio de Proyectos y Obras de la Dirección General de Carreteras; desde el año 2010 hasta el año 2022 desempeña el puesto de Jefe del Servicio de Vías y Obras municipales de la Dirección General de Obras Públicas y desde marzo de 2022, ocupaba el puesto de Subdirector General de Carreteras, Vías y Obras de la Dirección General de Obras Públicas.
Su hijo Pablo, accedió según su perfil de LinkdIn al puesto de Técnico de Ofertas y Organización de Rucecan en noviembre de 2021, siendo su padre el Jefe de Servicio de Vías y Obras.
Revilla y el "mal tufillo"- El presidente cántabro cree que Gochicoa "ha hecho bien" en destituir "preventivamente" al subdirector general de Carreteras, Sebastián Martín, dado que aunque "no hay ninguna investigación contra él" tiene "mal tufillo".
"Eso no estaba en el sumario" sino en "las escuchas", ha aclaró Revilla, en las que, en principio, "no hay ninguna investigación contra él", pero sí "una sospecha medianamente fundada" por tener planificada una comida con el principal líder de la trama, que está en la cárcel, y dos empresarios "objetos de investigación" en un restaurante de Girona "prohibitivo para el 99,9 por ciento de los mortales de este país. "Eso tiene mala pinta", ha valorado.
