Cuando la buena acción del día es ayudar a niños ucranianos

El Grupo Scout 526 Montaraz lanza un crowdfunding para financiar la estancia en un campamento de 20 refugiados acogidos en Cantabria

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‘Creando un mundo mejor’. Así han bautizado desde el Grupo Scout 526 Montaraz la iniciativa que impulsaron meses atrás y que se ha concretado en un campamento que arrancó el pasado 12 de julio en Polientes (Valderredible).

Allí, y hasta el próximo 31 de julio, están conviviendo niños y niñas de  esta asociación con una veintena de niñas y niños ucranianos que se encuentran en Cantabria acogidos en familias. Una forma de dar un respiro a las madres de estos pequeños, que atraviesan un tobogán emocional con su país siendo objeto de una terrible invasión.

Y una oportunidad para que nos nuevos compañeros de juegos crezcan en valores de solidaridad y empatía, al descubrir las aristas dramáticas que siempre desencadenan las guerras. 

“Para nosotros como grupo scout la aportación  es inmensa. Porque una de las obligaciones del scout es contribuir a un mundo mejor y ayudar siempre al prójimo, en cualquier momento, en cualquier circunstancia”, explica Mariano Calleja, presidente de esta agrupación de Scout con sede en Cantabria. “Nosotros tenemos la obligación de la Buena Acción Diaria, algo bastante complicado de hacer, porque no todos los días tienes ocasión.

El deber para con los demás es otro compromiso nuestro. Esta iniciativa nos ha dado la oportunidad de aportar algo a gente que está atravesando una situación emocionalmente complicada, y al grupo le está aportando la posibilidad de poner en práctica ese objetivo de hacer algo por los demás, de crear un mundo mejor, de ahí el nombre de la iniciativa, que es uno de nuestros lemas scouts”.

El nombre de la agrupación hace referencia a la mitología de Tolkien, autor de  El Señor de los Anillos, libro que estaba muy en boga cuando se fundó la asociación, donde los montaraces eran los hombres del bosque. El grupo abarca a 90 integrantes de todas las etapas de boys scouts, desde los pequeños castores y lobatos hasta los scout, escultas, rovers y scouts adultos.

Con la finalidad de que las circunstancias personales de estos niños y niñas de Ucrania no condicionasen su participación, los scouts decidieron crear unas becas para sufragar su estancia en el campamento.

Y dados sus escasos recursos, idearon un crowdfunding que lleva recaudados 925 euros de los 3.500 euros que cuesta todo el despliegue operativo. De ahí que lancen un llamamiento a quien quiera sumarse. Basta con acceder a la plataforma okpal.com, y poner el nombre “creando un mundo mejor” (o acceder directamente pulsando aquí) . 

A mitad de la experiencia, el balance no puede ser más favorable. “Los scouts somos gente acogedora, es uno de nuestros principios, somos una entidad de educación en el tiempo libre, y hacemos mucho hincapié en la educación en valores.

Los niños son siempre muy acogedores, muy hospitalarios, un sitio scout es un sitio seguro, que busca que quien se incorpore se sienta a gusto. La barrera del idioma se va superando a medida que avanza la interacción. Pero entre ellos se entienden bien más allá del idioma”, explica Mariano, que agradece la presencia de una joven ucraniana que se ha brindado como voluntaria para hacer de intérprete. 

 Su mensaje final invita a no bajar la guardia. “En momentos en que ocurre una desgracia reaccionamos rápidamente y nos ponemos en marcha. Pero ese tirón inicial no debe ceder. Esto no ha acabado y hay que aguantarlo hasta el final, nos jugamos mucho, no podemos relajarnos, hay que hacer lo posible para que esta situación acabe cuanto antes”, concluye.