Los trabajadores del servicio programado de ambulancias de Cantabria han decidido finalmente convocar la huelga que ya venían contemplando hace días y cuya primera convocatoria está prevista para principios de octubre. Además, habrá concentraciones frente al Gobierno regional y la Consejería de Sanidad.
Así lo ha informado el sindicato CSIF en una nota de prensa, tras la asamblea celebrada ayer en las que se acordaron estas medidas para exigir una solución a los problemas de un servicio que aun no tiene adjudicada empresa.
Los delegados de personal de Ambuibérica de CSIF, José Alberto Ibarguen y Gildo Cabañeros, han señalado que el servicio urgente de transporte sanitario de Cantabria ya ha comenzado a dar servicio como Autransa (nueva marca de Ambuibérica), sin embargo "continua sin saberse nada" del concurso de ambulancias para el transporte programado.
A pesar de haberse reunido hasta "en tres ocasiones" con la Administración, el consejero de Salud y el gerente de Atención Primaria sólo "nos transmiten que no pueden hacer nada hasta que saliera el recurso" que puso la empresa SSG, que finalmente ha sido rechazado, y se realizara un nuevo concurso del servicio programado.
Al respecto, CSIF exige una solución para "este impás entre esta reciente resolución y la salida y posterior resolución del nuevo concurso, ya que entiende que puede ser un proceso "muy largo".
Un hecho que, a juicio del sindicato, "podría haberse evitado", ya que ellos mismos señalaron ante el Servicio Cántabro de Salud (SCS) como "inviable" un presupuesto "tan bajo y poco realista" que motivó que concurriera una única empresa, SSG, que no lo consiguió por no cumplir las condiciones del pliego, siendo excluida por parte de la mesa de contratación y dejando así el transporte programado desierto hasta próximas actuaciones.
Según CSIF, mientras Sanidad asegura estar buscando soluciones en el marco de la legalidad para que no se produzcan discriminaciones laborales entre los trabajadores del sector, "la realidad es que, amenos de una semana de comenzar la aplicación de las subidas salariales acordadas en marzo de este año, los trabajadores del servicio de urgencias empezarán a recibirlas en octubre, mientras que los del transporte programado, "siguen sin saber cuándo se les va a aplicar dicha medida".
Esto sitúa a los trabajadores del servicio programado "en una posición de desigualdad" respecto a los del servicio de urgencias, añade, ya que mientras estos últimos verán aplicada la subida salarial en la siguiente nómina, los del servicio programado "se ven obligados a esperar que su servicio vuelva a salir a licitación y se resuelva favorablemente".
Esta situación, unida a las "deficiencias existentes" en la dotación del servicio respecto a las condiciones laborales, estado de materiales o "falta de personal", ha llevado a los trabajadores del servicio programado ha decidir ir a la huelga.
