Una veintena de trabajadores de los centros de interpretación de Cantabria se han concentrado este lunes frente a la sede del Gobierno regional para denunciar el "desastre" al que se enfrentan estos espacios, que gestionan el programa Naturea, y para pedir respuestas para su futuro ante una situación para la que "no se ven visos de solución a corto plazo".
Durante la protesta, en la que los trabajadores han portado dos pancartas con la inscripción 'Salva Naturea, en peligro de extinción', se han escuchado cánticos en alusión al presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, y al consejero de Desarrollo Rural, Guillermo Blanco, de cuyo departamento depende la Red Cántabra de Desarrollo Rural, que gestiona los centros de interpretación.
Así, los trabajadores han coreado lemas contra ambos dirigentes regionalistas y han pedido una solución. Y es que la queja de la plantilla radica en el nuevo pliego con el que la Consejería de Desarrollo Rural pretende poner en marcha un nuevo diseño de esta red de centros de interpretación, que a juicio de los empleados "no tiene sentido, ni pies ni cabeza", porque supone "el desmantelamiento de los centros", ya que recoge solo a ocho de ellos y piden que recoja los 12 existentes para que estén unificados.
Como han denunciado, este pliego fue anunciado hace nueves meses el consejero y todavía "no ha visto la luz".
Así lo ha señalado durante la concentración, convocada por el comité de empresa de la Red Cántabra de Desarrollo Rural, el coordinador de Empresas Públicas de la Federación de Servicios a la Ciudadanía de Comisiones Obreras en Cantabria, Carmelo Renedo, que ha lamentado en declaraciones a los medios la "nefasta gestión del anuncio del pliego del consejero Blanco".
Así, piden una reunión con Revilla porque consideran el "máximo responsable" no puede permitir esta situación "después de todo lo que hablan de deslocalización, mundo rural y no sé cuantas cosas", ha criticado Renedo.
CENTROS CERRADOS
Además, ha remarcado que cinco centros de interpretación de la zona de Campoo permanecen cerrados, cuando en marzo tendrían que haber abierto para intentar cubrir la Semana Santa. A ellos se suman los otros dos de la comarca de Valderredible, que también están cerrados, por lo que, en total, siete personas "están en casa y sin trabajar".
"Esto no se puede consentir. Todo eso va a permanecer cerrado", ha insistido, advirtiendo de que estos centros suponen "uno de los principales alicientes para estos municipios".
Por último, ha mostrado su rechazo a que el presidente de la Red Cántabra de Desarrollo Rural y alcalde de Arredondo, Leoncio Carrascal (PRC), esté "buscando lugares alternativos para montar despachos de la Red Cántabra de Desarrollo Rural".
"Los centros están cerrados y que los trabajadores están en desempleo es evidente, y que el presidente se ha puesto ya en contacto con alcaldes para pedir locales es un hecho, porque la tramitación la han hecho ya con papeles", ha concluido.
