Un total de 16 de los 26 detenidos en CyL y Cantabria por tráfico de drogas pacta penas que suman 41 años

Un total de dieciséis de los veintiséis detenidos en enero de 2020 en una operación contra el tráfico de drogas desplegada en Castilla y León y Cantabria, en Santander, Santoña y Noja, ha evitado la celebración de juicio al conformarse con penas que, globalmente, suman más de 41 años de cárcel, la mitad de los 83 años que para ellos solicitaba inicialmente el fiscal del caso.

La múltiple conformidad se ha sellado durante la primera jornada del juicio iniciada este lunes en la Sección Cuarta de lo Penal de la Audiencia Provincial, transmitida para los medios de comunicación vía streaming y donde los encausados confesos, uno tras otro, han ido subiendo al estrado para ratificar las penas pactadas con la acusación pública y que se han visto notablemente atenuadas, en la mayoría de los casos, al aplicarles el fiscal la atenuante analógica de drogadicción.

La pena más dura ha sido de seis años y medio y 44.000 euros de multa asumida por el cabecilla, J.R.M.F, a quien inicialmente se pedían once años, mientras que otros como J.J.A.A. y M.M.F.G, que se exponían a ocho años de privación de libertad han sellado acuerdos de cinco y tres, respectivamente, y, en el lado opuesto, R.G.M. ha recibido una condena de un año, frente a los dos iniciales.

De este modo, y una vez retirados de la sala los dieciséis acusados y sus letrados con el acuerdo ratificado, la vista oral se ha reiniciado con los otros diez procesados que mantienen sus inocencia, se muestran disconformes con los cerca de 45 años de cárcel que en su conjunto solicita para ellos el fiscal del caso y, a través de sus letrados, han planteado entre las cuestiones previas la nulidad de actuaciones al impugnar las intervenciones telefónicas.

EL INTERROGATORIO DE LOS ACUSADOS, ESTE MARTES

Tras una breve deliberación de la sala, el magistrado presidente del tribunal ha comparecido nuevamente para anunciar a las defensas, entre otros acuerdos, que la impugnación de los 'pinchazos' telefónicos se resolverá en ejecución de sentencia y también para dar por concluida la primera jornada y emplazar a las partes a la segunda que se celebrará este martes y que dará comienzo con el interrogatorio de los diez encausados.

La operación se saldó con la intervención de 1.981,97 gramos de cocaína, 25,5 kilogramos de hachís, 169 gramos de marihuana, 3.604,32 gramos de sustancia de corte, 130.940 euros, once vehículos y dos motocicletas.

Las investigaciones comenzaron en septiembre de 2018, cuando se detectó en Valladolid una organización criminal cuyo cabecilla se encargaba de la venta y distribución de las sustancias estupefacientes (cocaína, hachís y marihuana) por la provincia vallisoletana, Burgos, Zamora, Salamanca y Cantabria.

La primera detención se produjo en septiembre de 2019 en Santander. En esta intervención fue arrestado un hombre de 58 años acusado de un delito de tráfico de drogas.

Posteriormente, en diciembre, fueron detenidos en Valladolid dos individuos que regresaban de Marruecos con 19 kilogramos de hachís y que también pertenecían a la estructura. Debido al sigilo con el que se tramitaron estas intervenciones, el resto del grupo criminal no se percató de la investigación policial que se estaba desarrollando.

Días después, la Policía Nacional arrestó, también en la capital vallisoletana, al cabecilla de la organización, un hombre de 39 años que contaba con un antecedente policial por el mismo hecho.

Más, y dentro de la misma operación, se produjo la detención una pareja que también formaba parte del grupo criminal y que regentaba cinco pisos en Valladolid. En ellos, siempre según la acusación pública, además de distribuir la droga, ejercían la prostitución de mujeres y transexuales, actividad objeto de otro procedimiento distinto ya archivado.

Estas dos personas poseían una peluquería que, supuestamente, empleaban como tapadera de sus negocios de prostitución y que, a pesar de que era su única fuente legal de ingresos, solamente abrían unas horas a la semana.

Al día siguiente, se llevaron a cabo otras 21 detenciones en 14 registros domiciliarios y, entre los días 7 y 13 de enero, se realizaron otros siete arrestos más, llevándose a cabo el último de ellos el 22 de enero de 2020.

De los detenidos, parte fueron arrestados en las localidades cántabras de Santoña y Noja y otros en Aranda de Duero (Burgos), mientras que los demás fueron detenidos en Valladolid.