Cantabria tiene el tercer mayor riesgo de mortalidad vinculada a las emisiones de carbón de España, según estudio

Tabla de comparación a nivel autonómico de la tasa de mortalidad debida al carbón.
photo_camera Tabla de comparación a nivel autonómico de la tasa de mortalidad debida al carbón.
Cantabria es la tercera comunidad autónoma con mayor riesgo de mortalidad debido a las emisiones del carbón, por detrás de Asturias y Galicia, al contar con un nivel de concentración media anual de partículas PM2.5: 0,381 g/m3, según un informe del Instituto Internacional de Derecho y Medio Ambiente (IIDMA).

Su tasa de incidencia de mortalidad anual debida a este contaminante es de 3,28 por cada 100.000 habitantes en riesgo (población con una edad = 30 años).

Y ello pese a que, según este estudio, no hay en la comunidad ninguna central térmica contaminante que esté activa en el territorio autonómico, según datos de 2016.

La comunidad autónoma con mayor riesgo es Asturias, con una tasa de incidencia de mortalidad anual debida a este contaminante de 8,37, más del doble que la de Cantabria. La de Galicia, segunda CCAA con mayor riesgo, es de 3,48/100.000 habitantes en riesgo, ligeramente superior a la de Cantabria.

En España, la principal fuente de contaminación atmosférica se encuentra en la quema de combustibles fósiles por los sectores energético, del transporte y de la industria, que emiten contaminantes como óxidos de nitrógeno, dióxido de azufre, o las partículas, todos ellos con efectos muy perjudiciales para la salud y el medio ambiente. Entre estos combustibles fósiles el más contaminante es el carbón.

Las emisiones del carbón en toda España en 2016 se pueden relacionar, ente otros, con 560 muertes prematuras y 340 hospitalizaciones por enfermedades cardiovasculares y respiratorias. Además, el estudio señala la estrecha relación entre las emisiones de carbón y sus impactos mediante el análisis comparativo. Entre 2015 y 2016 se redujo en un 30% la producción de energía del carbón que se asoció con una disminución del 40,5% en los impactos sobre la salud asociados.

El estudio de IIDMA también desvela las elevadas pérdidas económicas asociadas a los impactos sobre la salud de la quema del carbón, que en 2016 alcanzaron un total de entre 686 y 1.308 millones de euros. Estos costes se pueden asociar a gastos sanitarios y a la reducción de productividad derivada del absentismo laboral, 122.131 días de trabajo perdido y 520.153 días de actividad restringida, cuando una persona no puede desarrollar su actividad habitual por problemas de salud.

Otro dato que recoge el informe son los graves efectos en la salud de los niños asociados a las emisiones del carbón, contabilizando 7.419 episodios de asma y 784 casos de bronquitis. Los niños son uno de los colectivos más vulnerables a la contaminación atmosférica y un informe de IIDMA de 2017 sirvió de base para que el Comité de los Derechos del Niño de Naciones Unidas dirigiera unas recomendaciones a España recordando su obligación de proteger el derecho a la salud de la infancia y requiriendo la toma de medidas para su cumplimiento.