La testigo no localizada del juicio de trata declaró que le amenazaban si no pagaba su "deuda"

Juicio contra siete acusados de red de trata

La testigo protegida del juicio contra la supuesta organización de trata y prostitución con mujeres nigerianas que no ha sido localizada declaró en la fase de instrucción que vino a España a ejercer la prostitución adquiriendo una deuda de 30.000 euros con las personas que la trajeron y por la que estaba amenazada si no pagaba.

Esta supuesta víctima de la red -formada por siete acusados, cinco mujeres y dos hombres- conformaba la acusación particular en el juicio, que finalmente fue retirada al no personarse y no ser localizada para declarar.

Por ello, la sala ha visualizado este martes el vídeo de su declaración en el Juzgado de Torrelavega, donde relató cómo vino a España y nombró a varias personas -algunos de los acusados- que le guiaron en las diferentes fases del viaje dándole instrucciones y documentación para poder entrar a Europa, después de haber llegado hasta Libia en patera y haber pasado por Italia.

Y confirmó que previamente había sido sometida a un rito vudú por el que prometió que pagaría su deuda bajo amenaza de muerte.

Según su testimonio, sabía que se iba a dedicar a la prostitución y la ejerció en tres clubes de Avilés, Santander y Torrelavega, enviando el dinero que ganaba desde locutorios a Nigeria, a un destinatario que le ordenaba una mujer encargada de controlarla.

Ésta también le decía que "tenía que trabajar más", aunque no tenía grandes enfrentamientos con ella porque la víctima solía cumplir lo que le pedía, explicó tras señalar que no dejaba la prostitución porque "tenía que pagar la deuda". Además, indicó que en su país era costurera y tenía a su cargo a su madre y a su hermano de 15 años.

El visionado de estas declaraciones se ha llevado a cabo como prueba para el juicio propuesta por la Fiscalía, alegando que en los casos de trata es habitual no localizar a algunas víctimas por "miedo" a declarar.

Ante ello los abogados de los acusados han protestado, considerando que "no se dan los requisitos" para considerar esta declaración en instrucción como prueba y que el hecho de que la testigo protegida no haya acudido por miedo es una "suposición". "Si no ha aparecido es porque no tiene ningún interés en aparecer", han dicho algunos letrados.

SECUELAS

Por otro lado, en la sesión de hoy también se ha practicado parte de la prueba pericial con el testimonio de doctores que exploraron física y psicológicamente a alguna de las supuestas víctimas y que han corroborado que tenían secuelas que podrían ser compatibles con su actividad y con la experiencia que relataron entonces en torno a cómo habían venido a España y a lo que se dedicaban.

En concreto, uno de los doctores examinó a una mujer que tenía miomas relacionados con el virus del papiloma humano, de transmisión sexual, además de un pólipo que podría haberse producido por transmisión sexual o no. Y otros dos profesionales han añadido que la mujer a la que atendieron presentaba un trastorno de estrés postraumático.

Los acusados se enfrentan a penas de entre dos y 36 años de prisión por hechos que la Fiscalía considera delitos de trata de seres humanos, prostitución coactiva y ayuda a la inmigración ilegal.

Inicialmente estaba previsto que el juicio, que comenzó el lunes 28 de septiembre, se desarrollara en siete sesiones y terminara este martes con los informes y conclusiones de la Fiscalía y la defensa, aunque finalmente continuará mañana tras haberse alargado la prueba.

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