Revilla ve "muy grave" acusar de machistas a los jueces cuando aplican una ley que "tiene defectos"

Aboga por que el Tribunal Supremo unifique doctrina para que la ley no tenga un efecto "completamente distinto" a su objetivo

El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, ha considerado "muy graves" e "inadmisibles" las acusaciones de machismo a los jueces vertidas por la ministra de Igualdad, Irene Montero, tras la polémica aplicación de la 'ley del solo sí es sí' que ha dado lugar a la rebaja de algunas condenas por abusos sexuales.

A juicio de Revilla, que ha hecho estas declaraciones a preguntas de los medios tras asistir este viernes a las jornadas PROA+ en el Palacio de La Magdalena, se está produciendo un "ataque frontal" a unos jueces que lo que hacen es aplicar una ley que se ha hecho "con prisas" y que, según los juristas, "tiene defectos" desde su origen.

"Ha sido muy desafortunado todo lo que ha dicho esta señora", ha opinado el presidente, que cree que los socios de Gobierno de Podemos, los socialistas, no comparten "este ataque tan demoledor a la Justicia calificando a los jueces de machistas". "Me parece gravísimo", ha sentenciado.

De hecho, considera que Montero "debiera reflexionar que no están con ella ni siquiera los compañeros juristas de su partido". "Yo en cantidad de ocasiones discrepo de sentencias judiciales que no me gustan, pero la obligación que tenemos todos los que creemos en la democracia es acatarlas", ha dicho el presidente cántabro, que ha asegurado que conoce "a cantidad de jueces que tienen sensibilidad con ese tema".

Además, son "todas las asociaciones de jueces, que hay también conservadoras y progresistas", las que "están de acuerdo en que esta ley tiene defectos", y "cargar los defectos de quienes la han hecho a quienes luego tienen que juzgar, que aplican según su criterio la norma, pues me parece muy grave".

Ha recordado que su partido, el PRC -del que es secretario general-, no votó a favor de esta ley en el Congreso porque ya contaba también con "algún informe de su dudosa operatividad". "Ya de entrada tenia problemas".

A juicio del jefe del Ejecutivo cántabro, esto se debe a que se elaboró "con demasiada prisa, con demasiada aceleración por estar a la vanguardia en la lucha contra los delitos gravísimos que se cometen en España, pero hay que hacer las leyes bien, sosegadas y teniendo en cuenta los informes que llegan de órganos competentes", como el Consejo General del Poder Judicial, el Consejo de Estado o los fiscales, "que ya habían puesto objeciones".

Por ello, para Revilla la solución pasa por modificar la norma o por intentar que el Tribunal Supremo unifique la doctrina y "no permita que esta ley tenga un efecto completamente distinto al que tenía en su origen", que es que se agraven las penas "a los que cometen actos tan deleznables".

"Yo discrepo habitualmente de sentencias que no me gustan, pero no pongo en cuestión el conjunto del sistema judicial español", que "está formado por gente preparada, sensata, imparcial y que lo que hace es aplicar las leyes que les dan los políticos", ha concluido el presidente, que ya se pronunció ayer sobre el asunto posicionándose del lado de los juristas.